Martes 3 de noviembre de 2020, p. 26
Chilpancingo, Gro., Al ponerse todo el equipo de los grupos criminales, los adolescentes de la Sierra Madre del Sur se sienten realizados. Pertenecer a un grupo armado es un espacio para hacerte visible. Por eso hay muchos jóvenes que se sienten bien con uniforme nuevo, botas buenas, como si fueran militares
, afirmó una dirigente del Observatorio por la Paz y el Desarrollo de la Sierra (OPDS) que solicitó permanecer anónima.
Habría que hacer un estudio de mercadotecnia. Incluso a las muchachas les encanta ver a sus novios, a sus hermanos y a otros familiares vestidos así, y al contrario: no ven bien a un campesino con un pantalón rasgado, camisita rota, pelo desaliñado
, expuso en entrevista telefónica.
Afirmó que los muchachos serranos quieren figurar, porque no hay espacios; además, los ingresos por pertenecer a un grupo criminal no se comparan con los de un joven que se fue a estudiar y regresó como ingeniero forestal. Hay que tener madurez para aceptar un sueldito de ingeniero
.
Señaló que los grupos delictivos que operan en la Sierra Madre del Sur están formados por jóvenes casados que tienen uno o dos hijos y no tienen empleo. En la sierra las muchachas se casan a los 13 o 14 años y los jóvenes entre los 16 y los 18
.
Destacó que algunos padres que buscan para sus hijos una vida más digna y los mandan para el norte, incluso para salvar sus vida. Y quienes se dejan envolver (por la delincuencia) se quedan a sumarse a sus filas. En esta zona no se ha visto que la mujer participe en estos grupos armados
.
Tolerancia de madres
Según la lideresa del OPDS, en la sierra guerrerense la mujer influye en la educación de sus hijos: Nuestra participación en estos tiempos de delincuencia ha sido solapadora y muy poco analítica; de lo contrario, no habría muchos jóvenes en estos grupos de la delincuencia
.
Apuntó que la mayoría de las mujeres de la sierra no terminó la primaria, y un porcentaje mínimo manda a sus hijas a estudiar a la ciudad
, mientras los varones que salen de la sierra para ser músicos, matemáticos, maestros o médicos, que ya no regresan, no hay espacio para ellos
.
No obstante, la mujer de la sierra es dura, recia, y sobre todo valiente
; por ello el OPDS busca una vida digna para la gente de esta región, haciendo valer sus derechos, principalmente los de las mujeres
.