Martes 3 de noviembre de 2020, p. a12
Stefan Marinov Diankov se quedó en México desde hace tres décadas porque sabía que en Bulgaria no tenía oportunidades; ahora está satisfecho de su trabajo y agradecido con un país que lo adoptó. Al ganar el Premio Nacional del Deporte (PND) asume el desafío de seguir trabajando en pos de la medalla olímpica con Yahel Castillo y Juan Celaya en los sincronizados tres metros, así como continuar impulsando a más jóvenes en los clavados.
Es un compromiso grande, pero los chavos tienen la calidad para obtener el oro
, asevera el técnico de 64 años de edad frente al reto que se avecina el próximo año en Tokio, una vez que Castillo y Celaya aprueben los procesos selectivos y refrenden la plaza olímpica que obtuvieron en 2019 con la medalla de bronce en los Campeonatos Mundiales de Gwangju, Corea del Sur.
“Estoy muy feliz por este PND, cuántos entrenadores pelean por ganarlo. Es un honor y reconozco haber aprendido al lado de los mejores técnicos de clavados en México y tenerme esa confianza para ser auxiliar, porque yo soy preparador físico.
“Así fui contratado en 1992 por la Comisión Nacional del Deporte cuando la dirigía Raúl González y estaba César Osuna al frente del alto rendimiento. Trabajé en gimnasia, clavados, nado sincronizado, tiro con arco, basquetbol, tenis, esgrima, lucha y a donde me mandaran.
Mis conocimientos eran más en los deportes artísticos, porque mi idea, cuando llegué a México, era formar la gimnasia acrobática, pero Jorge Rueda me jaló y entré de lleno a los clavados después de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996
, platica Marinov con un español entendible.
Como auxiliar, compartió triunfos y victorias con Salvador Sobrino, Gustavo Osorio y los hermanos Rueda (Jorge y Francisco). Actualmente hace equipo con Iván Bautista, al que conoció como entrenador juvenil en la capital del país. Hacen una mancuerna increíble y se ayudan en las competencias para dirigir a sus clavadistas.
Al paso de los años, el entrenador vio que la formación de grupos en los clavados lo único que provocaba era desunión, que se reflejaba en la pérdida de medallas olímpicas. No toma bandera, pues también aprendió que la única solución era trabajar y dar resultados, como lo ha realizado con Castillo, quien comenzó con Jorge Rueda en 2007, luego éste se retiró. Yahel ya trabajaba con Marinov como preparador físico hasta que decidió que fuera su entrenador entre 2017 y 2018.
“Han sido dos años de grandes resultados juntos en lo individual y con Juan en los sincronizados. Como entrenador no me imaginaba que la actuación de 2019 en Gwangju, las Series Mundiales, Grand Prix y los Juegos Panamericanos, me sostuvieran para ganar el premio.
“En 2011, cuando Yahel ganó el PND, todavía era búlgaro y ahí estuve con ellos en Los Pinos. Esta vez será diferente, ya como mexicano que soy desde hace siete años, lo voy a recibir feliz con un gran compromiso para lo que viene y obtener un gran resultado.
“No hay que confiarnos, debemos trabajar más, porque ese ha sido nuestro problema en México (en los clavados), que nos sentimos muy chingones y a la mera hora nos descuidamos. Ojalá sea un buen día, como dijo el Tibio (Felipe Muñoz) cuando se proclamó campeón olímpico en el 68. Eso es lo que queremos en Tokio”, concluye Marinov.