Para recordar que los crímenes de odio no han sido erradicados, la organización Casa de Las Muñecas Tiresias inauguró una ofrenda dedicada a las personas que han fallecido a causa de su orientación sexual o condiciones físicas.

Durante el acto la directora de la organización, Kenia Cuevas, afirmó que la ofrenda recuerda a aquellas víctimas cuya muerte fue provocada por intolerancia y todos los prejuicios que aún persisten en nuestra sociedad.

La ofrenda se hizo de forma colectiva y se montó con flores, pan de muerto, veladoras, papel picado y alimentos que llevaron activistas.

De acuerdo con datos de una encuesta realizada por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y la Comisión de Derechos Humanos capitalina, seis de cada 10 personas de la comunidad Lgbti sufrió discriminación en 2018.

Además, cerca de 53 por ciento reportó haber sufrido expresiones de odio, agresiones físicas y acoso, mientras 30 por ciento reportó tratos arbitrarios y discriminatorios por parte de la policía debido a su orientación sexual o identidad y expresión de género.

El gobierno establece que un crimen de odio se fundamenta en el prejuicio y se liga a manifestaciones de odio racial, nacional, sexual, étnico, religioso y a otras formas de comportamiento que discriminan a ciertas personas.

Otros datos producto de investigación de activistas y organizaciones locales, refieren que tan sólo en 10 entidades de la República se concentran 209 asesinatos entre 2014 y 2020.

Se considera que las víctimas de los crímenes de odio son principalmente mujeres transgénero en 44.5 por ciento de casos. Se ha generado una violencia estructural social en la cual violentarte y discriminarte lo puede hacer cualquier persona.

Cuevas dijo que la educación es básica, pues así como aprendemos a decir que dos más dos son cuatro, mujeres lesbianas, gay o bisexuales son seres humanos. Esa educación hay que seguirla difundiendo.