Fundador de cooperativas
Sus restos reposarán en la catedral de Tehuantepec
Lunes 2 de noviembre de 2020, p. 31
Tehuantepec, Oax., En una urna dorada colocada en un nicho de cristal frente al altar principal de la Catedral de Tehuantepec reposan las cenizas del obispo emérito Arturo Lona Reyes, que arribaron la noche del sábado y a quien la comunidad católica del Istmo de Tehuantepec rinde un homenaje póstumo con rosarios y misas, que comenzaron a oficiarse durante las primeras horas de este domingo y culminarán el próximo martes.
Arturo Lona Reyes, conocido como el obispo de los pobres
por su labor altruista, falleció el sábado a la edad de 94 años en un hospital de Lagunas, Oaxaca. Este domingo celebraría un aniversario más de vida; sin embargo, su cuerpo no resistió un contagio de Covid-19, que empeoró a causa de la diabetes.
Además de sus cenizas, se colocaron dos fotografías de él junto a sus ornamentos litúrgicos (estola, solideo, báculo y mitra), que son observados por la comunidad católica que lo visita y le rinde honores por el amor desinteresado que, aseguran, siempre les brindó.
Algunos de los feligreses incluso lloran ante el altar al recordar su labor humanitaria y otros simplemente le dirigen palabras de agradecimiento, mantienen sana distancia y usan cubrebocas.
El obispo de Tehuantepec, Crispín Ojeda Márquez, ofició una celebración litúrgica en su honor y destacó el gran cariño y admiración que siempre le tuvo; además, informó que los restos de Arturo Lona Reyes estarán en este templo hasta el próximo martes; posteriormente serán llevados a su natal Aguascalientes y retornará para quedarse definitivamente en un espacio honorífico dentro de la catedral como una figura importante de la iglesia católica.
Por su parte, el párroco y rector de Tehuantepec, Gildardo Aguilar Zárate, recordó a Lona Reyes como una persona con un gran corazón
que siempre tuvo una sonrisa de aliento para todos.
Siempre sonriente, solidario, humano, así fue don Arturo Lona Reyes, a quien recordamos por su muerte. Por supuesto, nos duele su partida, pero desde aquí sabemos que nos iluminará, porque es un ser que siempre se preocupó por las causas sociales, por la gente pobre, por todos nosotros, sin pedir nada a cambio
, dijo.
Uno de sus hijos adoptivos, Julio Eduardo Solano Ríos, originario de Santa María Xadani, expresó que se ha ido un gran hombre
que siempre lo cuidó y le enseñó la vida evangelizadora, herencia que continuará en los pueblos indígenas de Oaxaca.
En San Dionisio del Mar, integrantes de la comunidad católica le rindieron un homenaje con un rosario y guardias de honor, en gratitud por el acompañamiento que les brindó en su lucha contra los megaproyectos eólicos.
El líder religioso nació el primero de noviembre de 1925 en Aguascalientes. En 1952 tomó los hábitos y 20 años después, el 15 de agosto de 1972, asumió el cargo de obispo en la catedral de La Asunción de María en Santo Domingo Tehuantepec.
Creó dos cooperativas de producción, una de café orgánico, que exporta a Europa, y otra de ajonjolí, la cual ha mejorado la calidad de vida de sus integrantes, pues todos reciben utilidades en partes iguales.
Fundó hace más de 20 años el Centro de Derechos Humanos Tepeyac, ubicado en Tehuantepec, y en 1972 presidió la Comisión Episcopal de Indígenas.
Lona Reyes recibió en 2008 el Premio Nacional de Derechos Humanos Don Sergio Méndez Arceo por su defensa de los pobres e indígenas de Huejutla, Hidalgo, y de Tehuantepec, Oaxaca.
Su mayor logro educativo fue la creación de la Universidad Indígena en la zona mixe de la región del Istmo de Tehuantepec.