Domingo 1º de noviembre de 2020, p. 23
La Paz. Grupos opositores al presidente electo de Bolivia, Luis Arce, bloquearon ayer calles y avenidas en dos ciudades del país, en rechazo al resultado de las elecciones del pasado 18 de octubre.
Tenemos el reporte de que existen alrededor de 45 puntos de bloqueo, 30 menos que ayer (viernes)
, señaló el viceministro de Régimen Interior, Wilson Santamaría, en un balance de los incidentes en las ciudades de Cochabamba (centro) y Santa Cruz (este). En esas localidades, de las más pobladas del país, se registraron esta semana marchas y esporádicos bloqueos de calles.
Los piqueteros utilizaron este sábado llantas de autos, piedras, palos y tierra para impedir el tránsito de automotores, mientras el transporte público usó vías alternas para eludirlos.
Los inconformes denuncian que Arce, del partido Movimiento al Socialismo (MAS, del ex presidente Evo Morales), ganó las elecciones con fraude y exigen su anulación. Sin embargo, el segundo y tercer contendientes en las elecciones, Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho, respectivamente, reconocieron al vencedor.
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) también indicó que no encontró irregularidades en los comicios, que Arce ganó con 55 por ciento de los votos.
Los grupos de manifestantes también acudieron esta semana a las puertas de algunos cuarteles militares y policiales para pedir que sus integrantes se amotinen contra el futuro gobierno, aunque sin éxito.
La noche del viernes en Cochabamba, los policías incluso hicieron uso de bombas lacrimógenas para dispersar a los manifestantes. El jefe de la policía de la ciudad, Javier Mendoza, dijo ayer que están agotando el diálogo
para evitar más protestas.
Arce, quien tomará posesión el domingo 8 de noviembre como presidente por un periodo de cinco años, llamó a sus adversarios a aceptar el resultado y deponer sus protestas.
La cancillería del gobierno saliente confirmó que enviaron invitaciones a unas 150 autoridades, gobernantes y jefes de Estado, pero hasta ahora sólo se confirmó la presencia del mandatario de Chile, Sebastián Piñera, y del rey Felipe VI de España.