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Los de abajo

Inicia campaña por la libertad del joven yaqui Fidencio Aldama

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l 7 de noviembre se cumple el primer aniversario del feminicidio de la reconocida antropóloga, activista y compañera Raquel Padilla Ramos, en su casa de Ures, Sonora. Su asesino está en la cárcel, como lo está también Fidencio Aldama, joven yaqui acusado de un crimen que no cometió y por cuya libertad Raquel luchó hasta el último día de su vida.

Carmen García, esposa de Fidencio Aldama, no ha dejado un solo día de luchar por la liberación de su compañero, uno más de la lista de presos políticos que se le entregó al actual Presidente de México desde hace dos años. Padilla Ramos siempre lo dijo: la sentencia contra Fidencio es una medida de presión contra los habitantes de Loma de Bácum, que se oponen al paso de un gasoducto por su territorio.

En abril de 2016, el pueblo yaqui de Loma de Bácum interpuso un amparo contra la construcción de un gasoducto que atravesaría 90 kilómetros de la región, en su tramo Guaymas-Oro. Y a partir de ese momento llegaron las amenazas, las divisiones y las agresiones hacia toda la tribu, pues siete de los ocho pueblos que la conforman habían avalado el proyecto, menos Loma de Bácum, por lo que la obra, iniciada en 2013, tuvo que ser suspendida en 2016, al ganarse un amparo en el juzgado séptimo de distrito con sede en Ciudad Obregón.

Pero con el triunfo llegó la violencia, a tal grado que el 21 de octubre de hace cuatro años, personas armadas entraron al pueblo provocando un zafarrancho en el que una bala acabó con la vida de una persona. Y de su muerte se eligió, casi al azar, a Fidencio como el culpable, sin testigos, sin pruebas periciales, sin nada.

La familia del preso político yaqui advierte en un comunicado que se han acercado a la comunidad personas del gobierno para insinuarles que si se desisten del amparo Fidencio podría ser liberado, pero se han topado con la integridad de una tribu que se niega a entregar su territorio.

Una campaña por su liberación se puso en marcha esta semana. A no dejarlo solo llaman su esposa y su comunidad. Porque, como siempre dijo la querida y recordada Raquel Padilla Ramos, Fidencio es inocente.

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