Sábado 21 de diciembre de 2019, p. 5
Un día después de la aprobación del tratado comercial México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) en la Cámara de Representantes del vecino país, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que este hecho da certidumbre para atraer y conservar inversiones en el país.
Ya hay certidumbre para la inversión y tenemos asegurado el ingreso al mercado más importante y fuerte del mundo. Esto significa un logro; pensaban que no íbamos a poder alcanzar este acuerdo y fue posible.
Reiteró lo dicho el jueves de que el avance legislativo es una muy buena noticia
para el fortalecimiento de la región y, en particular para México, porque alienta la creación de empleos.
Durante la conferencia matutina en Palacio Nacional, el mandatario estuvo acompañado de los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, y de Economía, Graciela Márquez.
El canciller dijo que con este paso se termina una etapa de incertidumbre muy larga, porque no se sabía qué iba ocurrir y eso hace que las inversiones [y de creación de empleos] se frenen
.
Aunque falta la aprobación en el Senado, por ese respaldo [385 votos en pro y 41 en contra, en la Cámara de Representantes], ya damos por hecho que el tratado ha sido aprobado y nos preparamos para su implementación y entrada en vigor
.
Subrayó que es el acuerdo más votado tras el tratado Estados Unidos-Israel, en 1985, y muestra un amplio consenso de los partidos Republicano y Demócrata.
Destacó la valía de la citada aprobación por dimensión y magnitud
y, en particular, porque ya se sabe cuáles son las reglas con que funcionará y cómo se resolverán las controversias cuando las haya
.
Luego tomó la palabra la secretaria Márquez, quien destacó la capacidad de arrastre
del T-MEC para una mayor inversión a México. Hizo referencia a la perspectiva de un mercado de los tres países de 1.16 millones de dólares, con un producto interno bruto de 23 billones de dólares.
Un mercado tan grande resulta atractivo para inversionistas europeos, asiáticos y de otras partes del mundo, aseguró.
El comercio bilateral México-Estados Unidos – indicó– aumentó 551 por ciento entre 1993 y 2018. Por tanto, lo que se puede esperar de esta nueva integración es un crecimiento de flujos de inversión o, en el peor de los casos, que se mantenga.
En comparación con el TLCAN, explicó, el T-MEC garantiza competitividad en la región, cooperación regulatoria, más inversión y regulación de la entrada temporal de mercancías.
Esta modernización del tratado, añadió, aporta una reducción a los obstáculos técnicos del comercio, básicamente en lo que corresponde a la propiedad intelectual, al comercio digital y a los mecanismos de solución de controversias.
El T-MEC, indicó, incluye asuntos de género, derechos laborales y candados anticorrupción, así como protección al ambiente.
El éxito económico de América del Norte radica en una fuerte integración económica y productiva de la región
, puntualizó.