Durante su paso por el poder, Genaro García Luna buscó y consiguió diversas condecoraciones internacionales, aun saltándose las leyes mexicanas que obligan a cualquier ciudadano a obtener permiso del Senado para poder recibir un reconocimiento del extranjero. Sin embargo, nunca pudo tener el puesto que siempre anheló: la jefatura de la Interpol.

Siendo titular de la Agencia Federal de Investigación, durante la administración de Vicente Fox, encabezó la delegación mexicana en la Asamblea Internacional de Policía Criminal, Interpol en 2004, pero no obtuvo el apoyo suficiente para lograr la posición; tuvo que conformarse con ser vocal ejecutivo para América Latina durante un año.

No obstante, siguió buscando el reconocimiento internacional. Al año siguiente, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos le entregó un reconocimiento por su valiosa colaboración en la lucha contra el narcotráfico. Luego obtuvo la Orden del Mérito Policial de España, la Medalla Insignia Policía Nacional de Ecuador y un reconocimiento otorgado por el Buró Federal de Investigación (FBI).

En 2011, el gobierno de Colombia, entonces encabezado por Juan Manuel Santos, le entregó la Medalla al Mérito, en categoría excepcional, para lo cual García Luna viajó a Bogotá sin pedir autorización al Senado. Una vez de regreso en México, intentó cumplir con este trámite, pero la Comisión Permanente del Congreso desechó su petición y advirtió que podría sancionarlo, incluso con un juicio político, el cual nunca se concretó.