Huachicoleros, problema no previsto en la reforma
Trump y gobierno difieren en el reporte de asesinatos
Virgilio para director de la FBI
Palmarito: la naturalidad de ejecutar
Tiros de gracia; limpieza social
Se impone poder militar
Del Mazo y el dinero de OHL
Del Mazo y la devaluación
Prianistas: 13 mil por ciento
Cuidado: ya vienen los rusos
La Constitución y la Constituyente
El fallo de la SCJN
Credibilidad, artículo escaso
l martes pasado el presidente Donald Trump sorprendió a la clase política y a los ciudadanos estadunidenses al ordenar el despido del director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), James Comey, quien dirigía las pesquisas sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016. El único precedente en que un mandatario despidió a un funcionario que encabezaba investigaciones contra la Casa Blanca se remonta al cese de Archibald Cox, fiscal especial a cargo del caso Watergate, maniobra que no evitó la posterior dimisión de Richard Nixon por ese conocido escándalo de espionaje contra rivales políticos.
Piden a PGR acelerar diálogo con padres de normalistas
olicitamos al procurador general de la República, Raúl Cervantes Andrade, que por todos los antecedentes de investigación realizados por esa dependencia federal tenga a bien recibir, no a finales de mes como se ha propuesto, sino a la brevedad, a los padres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa detenidos y desaparecidos hace más de dos años por fuerzas gubernamentales.
o que está en marcha en Venezuela es un episodio decisivo en el proyecto de Estados Unidos y las oligarquías de no dejar en pie un solo gobierno independiente y democrático en nuestra América. El combustible principal que alimenta ese proyecto en Venezuela es el apoyo que recibe la contrarrevolución endógena de Washington/OEA, los más desprestigiados gobiernos neoliberales y la derecha adoradora del dios mercado y del asalto al tesoro público. Todos enmaridados con el uruguayo Luis Almagro, agente de la CIA asignado a la secretaría general de la OEA.
l presidente de Estados Unidos se dirigió a sus compatriotas desde suelo mexicano para reconocer que se había equivocado al no aceptar el consejo de evacuar la parte norte y una franja del sur ante la inminencia de una gigantesca tormenta de hielo y nieve.
venturero colonialista, Diego de Almagro llegó a Perú en 1530 del brazo de sus socios Francisco Pizarro y el clérigo Hernando de Luque, firmantes los tres del Contrato de Panamá
(1527), un pacto para repartirse en partes iguales las riquezas a acumular en el imperio incaico. En su plan invasor del Nuevo Mundo, se hicieron seguir de centenares de hispanos sicarios y ambiciosos como ellos. Sin otros objetivos, trabuco y biblia en manos, arrasaron pueblos, perpetraron grandes matanzas de gente asombrada e indefensa, destruyeron culturas y se apoderaron de todo el oro que pudieron hasta que la ambición y angurria personales les generaron traiciones mutuas y acabaron matándose.
as dos cosas. Los partidos nuevos que han sustituido a los antiguos o tradicionales han girado en torno a personas. Este fenómeno no es nuevo, en realidad ha ocurrido desde principios del siglo XX y quizá desde antes. La diferencia es que normalmente no ganaban y ahora sí.
s Trump presidente sólo para consumo público o son las fuerzas en la sombra –los militares, la CIA, la elite corporativa/bancaria y las Exxon del mundo– los poderes detrás del trono que, como dice Finian Cunningham (ICH 6/V/17), dejan un rastro de beligerancia y militarismo?
Después del 11/S, Bush hijo optó por un estado de excepción sin apego constitucional ni al derecho internacional y desde 2010 la Suprema Corte aprobó la Ley Citizens United, que permite al 1 por ciento y a las corporaciones contribuir sin límite a las campañas electorales, instaurándose lo que para el ex presidente Carter es una oligarquía con capacidad ilimitada para el soborno político como algo básico para ser nominado y electo presidente
. ¿Cómo actúa al sur del Bravo, en particular en Venezuela y México, la proyección externa de una oligarquía en estado de excepción
?
uando terminó el periodo de Andrés Manuel López Obrador (2006) en la jefatura de Gobierno había en la Secretaría de Salud 10 mil 587 plazas de base sin contar los 589 becarios. De ellas mil 683 eran de nueva creación para los dos nuevos hospitales y se logró recuperar las 471 plazas desocupadas en los programas de apoyo a la jubilación. En total sólo habían 45 contratos por honorarios. Existía un programa de suplencias
esencialmente encaminado a garantizar la operación de los servicios. Como regla general, las personas que estaban contratadas como suplentes tenían preferencia para concursar por las plazas que quedaban vacantes. Se hizo además un gran esfuerzo por recuperar plazas médicas asignadas a personal no-médico y quitar horarios especiales de trabajo para garantizar la operación de todos los turnos favoreciendo así a los pacientes.