Londres.

El Banco de Inglaterra anunció el martes la liberación de préstamos a empresas y hogares para ayudar a la economía a afrontar la incertidumbre que rodea la salida del país de la Unión Europea (UE), con la esperanza de evitar una contracción del crédito como la de 2007-2008.

El banco central británico dijo que reducirá el monto de capital que los bancos están obligados a mantener en reserva, lo que liberaría hasta 150 mil millones de libras (199 mil millones de dólares) adicionales para préstamos, revirtiendo una decisión que había adoptado este año.

El gobernador Mark Carney dijo a la prensa que algunos de los riesgos para la economía pronosticados antes del referendo de salida de la UE empiezan a materializarse, pero que el banco central tomará medidas de apoyo al empleo y el crecimiento.

Es la tercera vez que Carney aparece en público en 12 días para tratar de transmitir calma y seguridad al público tras el referendo del 23 de junio en el que los británicos decidieron salir de la Unión Europea, lo que ha trastornado los mercados y provocado la caída en picada de la libra esterlina.

La moneda británica se depreció más de 10 por ciento frente al dólar y, como ocurrió después de realizarse el referendo del 23, este martes nuevamente tocó el valor mínimo desde septiembre de 1985 contra la moneda estadunidense, a cerca de 1.31 dólares; también se hundió a mínimos de más de dos años y medio frente al euro. Los rendimientos de los bonos gubernamentales británicos a 20 y 30 años tocaron brevemente nuevos mínimos históricos.

El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, dijo que la medida representa un gran cambio que ayudaría a la economía a soportar el golpe del Brexit”. Significa que tres cuartos de los bancos británicos, que responden por 90 por ciento de los préstamos, tendrán mayor flexibilidad inmediatamente para entregar crédito a los hogares y empresas, declaró a los periodistas.

El banco central señaló que habrá un periodo de incertidumbre y ajuste tras el referendo y que la volatilidad económica y de mercado es de esperar mientras avanza este proceso.

Dada la incertidumbre sobre el futuro de George Osborne como ministro de Finanzas, ha recaído una mayor responsabilidad sobre Carney y los demás integrantes del Banco de Inglaterra para manejar al país durante su peor crisis política en décadas.