Casi dos décadas después de aplicar exámenes estandarizados, el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) revela que en México cantidades muy importantes de estudiantes no están alcanzando los aprendizajes deseados, pues las tendencias reportan ciertos avances en primaria, tanto en matemáticas como en lectura, pero en secundaria no se observan cambios importantes.

De acuerdo con el texto La educación obligatoria en México. Informe 2016, los resultados del Plan Nacional para la Evaluación de los Aprendizajes (Planea) confirman lo que se ha venido reportando desde hace años: que la marginación de las localidades en que se ubican las escuelas se asocia fuertemente con la adquisición de aprendizajes, y que entre menores son los recursos de las familias es más bajo el logro educativo de los hijos.

En su análisis sobre los logros del aprendizaje en alumnos de primaria y secundaria, revela que no se están alcanzando los niveles de logro establecidos en planes y programas de estudio a escala nacional, pues un alto porcentaje de los estudiantes apenas logra adquirir competencias básicas de las asignaturas, mientras una minoría domina de forma satisfactoria los aprendizajes curriculares, que implican habilidades de mayor nivel cognitivo.

Agrega que si se consideran los resultados alcanzados por alumnos mayores de 15 años, a quienes se aplicó el Programa para la Evaluación Internacional de los Estudiantes (Pisa, por su siglas en inglés) en un lapso que va del año 2000 a 2012, se detectó que la mejora promedio es de 2.87 puntos anuales en el caso de matemáticas y de 0.97 para lectura. Sin embargo, el informe concluye que el avance de los alumnos mexicanos es muy lento.

Sólo para alcanzar el promedio de las naciones desarrolladas que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) en disciplinas como matemáticas se necesitarían más de 25 años, y en el caso de la lectura unos 65 años.

El INEE destaca en sus conclusiones sobre el aprendizaje de los alumnos que la proporción más elevada de estudiantes que no alcanzan los saberes mínimos se ubican en los sectores sociales más desfavorecidos. Esto no sólo porque sus condiciones de vida son más difíciles, sino porque asisten a escuelas con mayores carencias.

Destaca que las desigualdades del sistema educativo afectan el ejercicio pleno del derecho a una enseñanza de calidad y lo obligan a ofrecer oportunidades educativas con mayor equidad. Es necesario desarrollar cambios en el sistema educativo capaces de revertir los bajos resultados, la inequidad y la velocidad de los avances.