Centenares de científicos de diversas casas de estudio y centros de investigación del país han sido afectados por el retraso en la publicación de los resultados de los fondos para proyectos de ciencia básica.

Los investigadores denunciaron que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) incumplió de nueva cuenta con la comunidad científica que concursó en la convocatoria de 2010 para acceder a esos recursos, ya que las bases señalaban que los resultados se publicarían el pasado 30 de junio y, a la fecha, éstos son una incógnita.

Esto, advirtieron, mantiene en la incertidumbre a quienes enviaron sus proyectos de investigación, ya que la convocatoria 2011 para acceder a esos fondos ya esta abierta (se publicó el 1º de julio y cerrará el 1º de septiembre) y al no conocer los resultados del año anterior, desconocen si pueden o no participar en el actual proceso.

Ahora nos tienen detenidos pues la convocatoria 2011 ya está abierta y los tiempos se vienen encima. Si bien los proyectos que sean rechazados pueden volver a concursar con las bases actuales, enfrentarán una desventaja por el poco tiempo que tendrán para replantear sus trabajos, manifestaron los denunciantes, quienes prefirieron no dar su nombre por temor a una posible represalia.

Manifestaron su decepción, pues “existía la expectativa que con la llegada de Enrique Villa Rivera –hace unos meses en sustitución de Juan Carlos Romero Hicks– al Conacyt: estas circunstancias cambiarían”.

Ante el retraso, el 1º de julio algunos científicos expresaron su preocupación ante funcionarios del consejo. La respuesta fue que la emisión de los resultados se daría en ocho o 10 días; lo cual tampoco se cumplió. El argumento del Conacyt –dijeron– fue que los resultados estaban listos, pero falta la aprobación de las secretarías de Educación Pública y Hacienda y Crédito Público.

“Fue cuando nos dijeron que quizás estarían listos para la tercera o cuarta semana de julio. Pero para quienes la decisión no sea favorable les dejarán muy poco tiempo para volver a participar:

En principio hay que escribir el proyecto, que en cualquier país decente lleva de dos a tres meses. A esto hay que sumar que si en un concurso anterior se rechazó, se deben pedir los comentarios de los revisores al Conacyt y, si son pertinentes, replantear el proyecto de acuerdo con esas recomendaciones. Además que se deben conseguir cartas y firmas de las diferentes autoridades universitarias para finalmente enviarlo.

Explicaron que cuando se presenta un retraso el Conacyt nos deja con escasas tres o cuatro semanas para cumplir con todos los requerimientos para participar una vez más en caso de que los trabajos no sean aceptados.

Los denunciantes subrayaron que esta situación resulta desesperante y sólo muestra el desinterés de las autoridades federales en el desarrollo e impulso para la ciencia básica del país. Incluso, algunos de los científicos entrevistados sostuvieron que sin los apoyos para desarrollar sus investigaciones tendrán que dejar el país.

Manifestación de científicos

Esta no es la primera ocasión que tal problemática ocurre. A mediados de diciembre pasado, en un hecho inédito, decenas de investigadores de diversas instituciones y centros de investigación se vieron orillados a manifestarse en la sede del Conacyt ante el retraso de la emisión de la convocatoria, evaluación y entrega de presupuesto para los años 2009 y 2010.

En aquella ocasión, la dependencia federal reconoció que la tardanza se debió a que durante algunos meses estuvieron vacantes los nombramientos de los responsables de firmar la entrega de estos recursos. Mediante un comunicado, se comprometió a aplicar una serie de reformas a las reglas de operación del fondo de ciencia básica para agilizar la publicación de resultados y la asignación de recursos a los proyectos de investigación.

Pero seis meses después vemos una vez más la falta de compromiso con la comunidad científica, lamentaron. Muchos de ellos se dijeron decepcionados, pues esperábamos que con la llegada de Villa Rivera estas formas cambiarían. Si bien en esta ocasión parece que no es totalmente responsabilidad del consejo, lo que demuestra es que no ha hallado la manera de acelerar los procesos de comunicación con otras dependencias que tienen que ver con la entrega de estos apoyos.