Detenidos, 14 presuntos talamontes: Profepa
Sábado 16 de julio de 2011, p. 28
Morelia, Mich., 15 de julio. Este viernes cumplió tres meses la toma de la comunidad purépecha de Cherán por sus moradores, y el gobierno del estado anunció una próxima campaña de reforestación en el municipio, mientras la delegación de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) expuso que del 15 de abril hasta la fecha fueron detenidos 14 presuntos talamontes e incautados 41 vehículos y 60 metros cúbicos de madera.
El delegado de la Profepa, Alfredo Ledezma Rangel, dijo que en el periodo transcurrido se aplicaron sanciones administrativas por 120 mil pesos a personas que no acreditaron la procedencia legal de la madera que poseían o transportaban. Además continúan la inspección y vigilancia de la región junto con fuerzas federales.
Según Alejandro Méndez López, titular de la Comisión Forestal de Michoacán (Cofom), el gobierno del estado impulsará programas de explotación racional en toda la Meseta Purépecha y ayudará a los comuneros de Cherán a restaurar 27 mil hectáreas boscosas, de las cuales 50 por ciento tienen grave deterioro.
El funcionario informó que hace dos semanas constató que al menos la mitad de la superficie forestal fue mermada en Cherán por la tala clandestina y los incendios provocados. La situación es compleja y, además de un recuento de daños, debemos restaurar las zonas arboladas y revisar los permisos de explotación forestal
.
Pero también las actividades económicas, políticas y sociales de Cherán han sido seriamente afectadas desde el pasado 15 de abril, cuando los comuneros enfrentaron a los taladores y se inició el movimiento en el que primero exigían seguridad y vigilancia de los bosques, y luego añadieron la activación de programas sociales y económicos.
Las escuelas de educación básica, la normal indígena y la Universidad Pedagógica están cerradas, el comercio semiparalizado, el ayuntamiento inactivo, y tanto en las calles de acceso como dentro de la cabecera municipal y los cuatro barrios de la comunidad indígena, de unos 16 mil habitantes, hay al menos 162 fogatas y decenas de bloqueos.
Además de la vigilancia que realiza la policía local integrada por los comuneros, en la periferia se desplegaron elementos estatales y federales que resguardan la seguridad; pero, según el Comité Ciudadano que autogobierna, el saqueo de madera continúa y la fuerza conjunta movilizada no actúa
.