Quiere ser reconocido como compositor más que por recrear el folclor de su país, dice
Lunes 11 de julio de 2011, p. a14
Durango, Dgo., 10 de julio. Una mezcla de folclor, que rozó con lo edénico, fue lo que presentó en la Feria Nacional Durango 2011 el acordeonista brasileño Renato Borghetti.
Estuvo acompañado de un guitarrista, un tecladista y un flautista. Las canciones fueron un suspiro del sur de Brasil, Río Grande del Sur, de donde proviene el pampero, que Music Frontiers trajo a México.
A lo largo del repertorio la improvisación fue la constante de cada uno los integrantes del cuarteto. El impulso vital de la música lo impuso Borghetti.
Al finalizar la segunda canción, después de una breve introducción, salieron del escenario el flautista y el tecladista, que dejaron el campo libre para un breve juego de Borghetti y el guitarrista, quienes con el intercambio de notas entretejieron un ritmo incesante que conectó al público con la música.
Poco después regresaron el flautista y el tecladista para concluir la pieza.
La intensidad lírica y escénica del compositor brasileño fue motivo para que los asistentes se compenetraran con las canciones conforme fluyó el concierto.
Hubo un segundo encuentro entre el músico y el guitarrista, y de nuevo fue hilvanar ritmos y notas. Buscando el clímax, la sincronía entre los dos in crescendo. La respuesta de los asistentes no se hizo esperar; encontraron en el brasileño una escaparate de sensaciones por medio de los variados estilos que ofreció.
Borghetti expresó su satisfacción de que los duranguenses disfrutaran la música del cuarteto y agradeció al público la apertura a otro tipo de canciones que no fueran samba, que es lo que más se conoce de Brasil.
Expresó que espera regresar a Durango, porque la respuesta de la gente lo sorprendió.
Antes del concierto, Renato Borghetti ofreció una conferencia de prensa. Comentó que la premisa de su trabajo es lograr el equilibrio entre la modernidad y el folclor del sur de Brasil y que la gente conozca un forma distinta de expresión, porque es la parte tropical o de carnaval la que más se ha promovido en el mundo.
Recordó que se inició en la música a los 10 años, cuando recibió un acordeón. Para él, dijo, en un principio fue sólo un juguete, pero el paso del tiempo y el ambiente que lo rodeó lo impulsaron a seguir el camino de la composición.
Dijo que su música es folclor, pero que siempre busca improvisar. Aunque se tenga una lista, el cambio de las canciones es una constante, según sean las circunstancias.
Comentó que en su música han influido los países que tienen frontera con Brasil, como Uruguay y Argentina. Y que quiere ser reconocido como compositor más que por recrear música del sur carioca.
Considera que el sentido de la melodía tiene una vida propia y en el conjunto de los demás instrumentos logra una fuerza que los lleva a improvisar por el capricho mismo de la melodía, por su potencia. Por tanto, en los conciertos es mejor dejar de lado lo rígido para dar espacio al sobresalto.