Suma 82 la cifra de muertes ligadas a la violencia en un día
Sábado 9 de julio de 2011, p. 15
La policía encontró a 11 personas muertas y una viva en la colonia Xico tercera sección, del municipio mexiquense de Valle de Chalco, limítrofe con la delegación Tláhuac del Distrito Federal. Las 11 víctimas estaban maniatadas, con los ojos tapados en cinta adhesiva plástica; mientras el sobreviviente –un menor de 17 años– fue llevado a un hospital donde se le brindó atención urgente.
Los policías que hicieron el hallazgo ayer por la tarde tras el cárcamo de bombeo Xico III, en el cruce de Acapol y Tezozomoc –junto al canal general de aguas negras– indicaron que en el sitio había casquillos percutidos y una de las víctimas era mujer.
Cifra negra superada
Además de estas 11, las 19 de Nuevo León, que se informan por separado, y la confirmación de otra durante la balacera del jueves en Michoacán, ayer se reportaron otras 51 muertes entre las recién descubiertas o producidas tanto en tiroteos de fuerzas de seguridad contra bandas, como en presuntos ajustes de cuentas y refriegas de éstas últimas, para un total de 82, según fuentes oficiales, que arrojan la cifra más alta reportada por este diario desde las 77 del viernes 11 de junio de 2010.
Ayer al mediodía en Zacatecas, personal del 53 batallón de Infantería ultimó a siete presuntos zetas, capturó a cinco y les decomisó armas, drogas y cuatro vehículos robados, tras un tiroteo de casi tres horas en que la banda se replegó hacia Milpillas de Allende, entre Huitzila y Teúl de González Ortega, en los límites con Jalisco, de cuyo municipio de Ixtlahuacán del Río salió un contingente de policías para impedir su fuga.
En la capital zacatecana fuentes policiacas confirmaron que en un paraje carretero agentes federales ministeriales intercambiaron fuego con escoltas del ex procurador general de la República Arturo Chávez Chávez, por ignorar una señal de alto a bordo del vehículo en que ellos regresaban de Chihuahua el jueves por la noche.
También hubo tiroteos donde hombres armados dispararon con fusiles Barret antiblindaje y otras armas de alto poder, además de arrojar granadas a marinos y policías federales en Río Grande, Francisco R. Murguía y Miguel Auza; mientras, fuentes militares refirieron que durante la batalla del 1º de julio, en que 15 de 250 presuntos zetas fueron abatidos en Fresnillo, uno de los pistoleros dijo al aire en una radio local que se entregaría junto con sus cómplices, y el grupo figuró entre los 17 detenidos.
En Sinaloa 13 personas perecieron baleadas en varios municipios, entre ellas un grupo de cinco donde había un niño de nueve años, y siete jóvenes fueron levantadas por un comando en la capital Culiacán. A Guerrero correspondieron al menos 11 de las muertes, que incluyen las de tres hombres abatidos por militares durante un tiroteo en el municipio de Chilapa; así como las del policía de tránsito Jair Vázquez y el ministerial Arturo Calderón, en Acapulco, ambos acribillados.
El policía estatal Gastón Desíd Rangel fue una de tres víctimas registradas en Nayarit, quien perdió la vida en su domicilio de Bahía de Banderas durante un asalto de hombres fuertemente armados, de los cuales eliminó a uno pero cayó ante las balas de los demás, otro sujeto fue detenido por los refuerzos que movilizó la corporación. La restante muerte, de Ángel Manjarrez, fue perpetrada también a tiros ante transeúntes, pacientes y personal médico que concurrían a la clínica del Seguro Social en Xalisco.
En Nuevo León hubo seis ejecuciones, entre ellas las de tres calcinados en el municipio de Pesquería; mientras que en el de Santa Catarina, el policía Rubén del Muro Sánchez, experto en contrainsurgencia, tomó posesión ayer viernes como secretario de Seguridad Pública. En Chihuahua se cometieron seis crímenes más, y entre los cinco de Ciudad Juárez figura el de un presunto policía federal; mientras en la capital del estado un comando incendió de madrugada el restaurante Olea, del Periférico de la Juventud.
Entre las restantes ejecuciones una ocurrió en Guanajuato, una en Coahuila y otra en Sonora. Las otras dos fueron cometidas en Jalisco e incluyen la de un sujeto enterrado clandestinamente en una finca de Zapopan, donde la policía estatal decomisó armas de fuego, cientos de cartuchos y varias dosis de droga, además de capturar a un menor de 14 años y otro de 15 que dijeron pertenecer al grupo La Resistencia, y que se hallaban en el inmueble, en el cual, según vecinos, había francachelas multitudinarias.