Sociedad y Justicia
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Entre los tumores es el número 12 en frecuencia y la primera causa de mortalidad en el país

Restricciones económicas en el IMSS limitan atención de cáncer de pulmón

El cuadro básico de medicamentos carece de los más avanzados para alargar la vida del paciente, acusa activista

Los funcionarios que rechazan los nuevos fármacos no conocen la enfermedad: INER

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Una doctora del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias muestra una radiografía de pulmones, una de las primeras pruebas que se realizan para diagnosticar este tipo de malesFoto Fabrizio León
 
Periódico La Jornada
Domingo 26 de junio de 2011, p. 36

La espera de seis meses o un año es demasiado, inaguantable para las personas que tienen cáncer de pulmón, pero que al ser derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) no tienen otro remedio, como Angélica, que pasados 12 meses se enteró que tenía un tumor maligno.

En casos como éste, es frecuente que cuando inician el tratamiento de quimioterapia éste ya no funcione, porque la enfermedad ya está muy avanzada. Así ocurrió con Angélica; en otras ocasiones, los pacientes ni siquiera resisten la terapia, porque es muy agresiva.

Más grave aún es saber que por restricciones económicas, el Seguro Social carece de los medicamentos innovadores que han demostrado su eficacia para prolongar la vida de los afectados hasta 3.5 años, a diferencia de los seis meses o acaso un año, que alcanzan con la quimioterapia tradicional.

Para Daniel Mendoza, jefe de Quimioterapia del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), los funcionarios que rechazan la incorporación de los nuevos fármacos –disponibles en México desde 2004– no han tenido familiares con esta enfermedad y desconocen lo que viven los pacientes.

Se les olvida o desconocen que el cáncer puede ser una enfermedad crónica y aunque siempre existe el riesgo de que el mal resurja en el mismo u otros órganos, debiera prevalecer el compromiso ético y moral con los afectados, señaló.

El tumor maligno de pulmón es el doceavo en frecuencia entre todos los tipos de cáncer y ocupa la primera causa de mortalidad, con alrededor de tres mil decesos al año en el país.

La agrupación civil Respirando con valor trabaja en apoyo de los enfermos con pláticas, talleres relativos al padecimiento, así como con sesiones de terapia emocional y tanatología para los afectados y sus familiares. Es una enfermedad muy difícil en todos los aspectos, señaló Patricia Mondragón, directora del organismo.

Josefina Celis, mamá de Patricia, murió de cáncer de pulmón, pero –asegura– después de casi 10 años de luchar contra el mismo y con muy buena calidad de vida. Recordó la forma como la señora lo enfrentó y la suerte que tuvo de participar en los protocolos de investigación clínica de los medicamentos biotecnológicos.

No había nada más para ella. Era arriesgarse a participar de la investigación o resignarse a morir. La señora optó por lo primero y le fue muy bien. Recuperó su salud y las actividades que ya había dejado de hacer, como caminar y alimentarse por sí misma.

El tumor apareció a principios del año 2000, dos años después, los médicos del IMSS auguraron que la expectativa de vida para Josefina era de no más de seis meses. Había concluido la terapia de quimioterapia tradicional; tenía bajo peso, síndrome de desgaste severo y otros problemas derivados del daño causado por la medicina. 

Pero luego se incorporó a los protocolos de investigación. La señora falleció en 2009. Y es que, dice Patricia, el cáncer no se cura, pero sí es posible ofrecer a los enfermos una mejor calidad de vida y la posibilidad de sobrevivir por más tiempo.

Limitantes del cuadro básico

A partir de que Josefina falleció, ella inició el trabajo de Respirando con valor, organismo que tiene como exigencia principal la incorporación de los biotecnológicos al cuadro básico del IMSS. Incluso lo solicitó por escrito al director del instituto, Daniel Karam.

La respuesta oficial se limitó a enumerar la lista de claves farmacéuticas disponibles para el tratamiento del mal. Indicó que para su inclusión en el cuadro básico se seleccionan los mejores medicamentos según su efectividad, seguridad y costo beneficio. Indicó que se toman en cuenta los cambios científicos y tecnológicos más avanzados para el diagnóstico y tratamiento de los problemas de salud en el instituto.

Médicos consultados al respecto, comentaron que el principal obstáculo es económico. El IMSS no puede destinar más dinero a la compra de medicinas como los biotecnológicos para el cáncer de pulmón.

En otra respuesta emitida a petición de La Jornada, el IMSS puntualizó que de 17 fórmulas disponibles, 14 están en el cuadro básico; dos más están en evaluación, pues existen alertas regulatorias y de seguridad por tener riesgos para la salud documentados internacionalmente y anunciados por la FDA en Estados Unidos. Un tercer medicamento no forma parte del cuadro básico institucional, por lo que es imposible su inclusión.

Mientras tanto, los afectados se encuentran sin más alternativas que buscar por donde sea recursos económicos para comprar las medicinas por su cuenta. Muy pocos lo consiguen, lamentó Patricia Mondragón.