En el caso han muerto siete personas, revela un ex policía
El director de la Judicial nayarita sembró un arma junto al cadáver de un niño
JESUS NARVAEZ Y ERNESTO MARTINEZ CORRESPONSALES
El ex coordinador de la Policía Judicial en la zona norte de Nayarit, Jaime Rivera Mendoza, reveló que el director de la corporación, José Héctor Navidad Villarreal, habría ordenado sembrar un arma en el cadáver de Raymundo de la Cruz Lemus, niño de 15 años asesinado en abril pasado por agentes judiciales en la comunidad de Santa Cruz, municipio de Acaponeta.
El homicidio dio pie a una recomendación de la Comisión Estatal de Derechos Humanos a la Procuraduría de Justicia del Estado, pues "se comprobó que cuando los judiciales llegaron a la comunidad indígena y pusieron contra la pared a más de 200 personas que se encontraban junto al templo del lugar, De la Cruz corrió asustado y los policías le dispararon por la espalda".
La procuraduría aseguró, entonces, que el niño estaba armado y disparó contra los agentes.
Finalmente, hoy, Rivera Mendoza (funcionario de la Dirección de Seguridad Pública Municipal de Xalisco), se presentó ante la Comisión de Justicia del Congreso local y reveló que en el despliegue policiaco, realizado entonces para localizar al presunto secuestrador y homicida Cayetano Gutiérrez González, participaron 28 agentes, y "cuando llegamos al lugar varias personas emprendieron la huida, iniciándose una persecución, entre ellos Raymundo de la Cruz, quien, me consta, no traía arma de fuego alguna al momento en que lo encontré tirado en el suelo después de haber resultado herido.
"Al percatarme de la gravedad del caso, vía telefónica comuniqué los hechos al director, Navidad Villarreal, y éste me contestó que le llamara de nuevo en 15 minutos, ya que primero le informaría al procurador, Jorge Bañuelos.
"Al volver a comunicarme, el director me preguntó que si no tenía yo un arma para sembrarle al muerto; contestándole que no, me volvió a decir que no me preocupara, que él vendría personalmente hasta Santa Cruz, trayendo consigo un arma para justificar legalmente la acción, ya que esas instrucciones había recibido de su superior jerárquico, el procurador de Justicia, y efectivamente tres o cuatro horas después llegó al lugar de los hechos y me entregó una pistola calibre 38 súper, tipo comando, con cachas de madera color café, que colocamos junto al cadáver".
Dijo que desde ese día ha recibido "amenazas del director de la Policía Judicial, y ya no estoy dispuesto a seguir encubriendo esos hechos, si bien acepto mi responsabilidad por participar directamente en esta farsa".
Desde aquel homicidio, otras siete personas relacionadas con el caso han sido asesinadas, entre ellas dos hermanos de Raymundo de la Cruz y el juez que firmó una declaración en la que se asegura que el menor se hallaba armado.
