l gobierno de Estados Unidos anunció a través de la CNN, que esta semana, Obama visitaría a México, iniciando su viaje rumbo a Puerto España, Trinidad y Tobago, donde estará dentro de cuatro días para participar en la Cumbre de las Américas. Anunció el alivio de algunas odiosas restricciones impuestas por Bush a los cubanos residentes en Estados Unidos para visitar a sus familiares en Cuba. Cuando se indagó si tales prerrogativas reconocían a otros ciudadanos norteamericanos, la respuesta fue que no estaban autorizados.
Del bloqueo, que es la más cruel de las medidas, no se dijo una palabra. Así se le llama piadosamente a lo que constituye una medida genocida. El daño no se mide solo por sus efectos económicos. Constantemente cuesta vidas humanas y ocasiona sufrimientos dolorosos a nuestros ciudadanos.
Numerosos equipos de diagnóstico y medicamentos vitales no son asequibles para nuestros enfermos aunque procedan de Europa o Japón, u otro país, si utilizan algunos componentes o programas de Estados Unidos.
Las restricciones relacionadas con Cuba deben aplicarse por las empresas de Estados Unidos que producen bienes o prestan servicios en cualquier parte del mundo en virtud de la extraterritorialidad.
Un influyente senador republicano, Richard Lugar, varios más de su partido con igual título en el Congreso, y otro número de importantes senadores demócratas son partidarios de eliminar el bloqueo. Están creadas las condiciones para que Obama emplee su talento en una política constructiva que ponga fin a la que ha fracasado durante casi medio siglo.
Por otro lado, nuestro país que ha resistido y está dispuesto a resistir lo que sea necesario, no culpa a Obama de las atrocidades cometidas por otros gobiernos de Estados Unidos. No cuestiona tampoco su sinceridad y sus deseos de cambiar la política y la imagen de Estados Unidos. Comprende que libró una batalla muy difícil para ser electo, a pesar de prejuicios centenarios.
Partiendo de esa realidad, el Presidente del Consejo de Estado de Cuba expresó su disposición a dialogar con Obama y, sobre la base del más estricto respeto a la soberanía, normalizar las relaciones con Estados Unidos.
A las 2 y 30 de la tarde el jefe de la Oficina de Intereses de Cuba en Washington, Jorge Bolaños, fue citado por el subsecretario de Estado, Tomas Shannon, al Departamento de Estado. Nada de lo que conversó era diferente de lo señalado por la CNN.
A las 3 y 15 p.m. se inició una larga conferencia de prensa. La esencia de lo que allí se dijo está contenida en las palabras textuales del asesor presidencial para América Latina, Dan Restrepo, quien declaró:
“Hoy el presidente Obama ha ordenado que se tomen ciertas medidas, ciertos pasos, para extender la mano al pueblo cubano, para apoyar su deseo de vivir con respeto a los derechos humanos y para poder determinar su destino propio y el destino de su país.
“El presidente ha dado instrucciones a los secretarios de Estado, Comercio y Tesoro, para que pongan en marcha las acciones necesarias para eliminar todas las restricciones a individuos para que puedan visitar a sus familiares en la isla y mandar remesas. Además ha dado instrucciones para que se tomen pasos para permitir el flujo libre de información entre el pueblo cubano y entre quienes están en Cuba y el resto del mundo, y para facilitar la entrega de recursos humanitarios enviados directamente al pueblo cubano.
“Al tomar estas medidas para ayudar a cerrar la brecha entre familias cubanas divididas y promover el flujo libre de información y artículos de ayuda humanitaria para el pueblo cubano, el presidente Obama está esforzándose por cumplir los objetivos que fijó durante la campaña y desde que asumió el cargo.
“Todos aquellos que creen en los valores democráticos básicos anhelan una Cuba que respete los derechos humanos, políticos, económicos, básicos, de todo su pueblo. El presidente Obama considera que estas medidas ayudarán a hacer realidad ese objetivo. El presidente alienta a todos quienes comparten este deseo que sigan comprometidos a su firme apoyo para el pueblo cubano.
Gracias.
Al finalizar la conferencia el asesor confesó con franqueza: Todo se hace por la libertad de Cuba.
Cuba no aplaude las mal llamadas Cumbres de las Américas, donde nuestros países no discuten en igualdad de condiciones. Si de algo sirvieran, sería para hacer análisis críticos de políticas que dividen nuestros pueblos, saquean nuestros recursos y obstaculizan nuestro desarrollo.
Ahora solo falta que Obama persuada allí a todos los presidentes latinoamericanos que el bloqueo es inofensivo.
Cuba ha resistido y resistirá. No extenderá jamás sus manos pidiendo limosnas. Seguirá adelante con la frente en alto, cooperando con los pueblos hermanos de América Latina y el Caribe, haya o no Cumbres de las Américas, presida o no Obama los Estados Unidos, un hombre o una mujer, un ciudadano blanco o un ciudadano negro.
Abril 13 de 2009
6 y 12 p.m.