Somalilandia asegura que el reconocimiento de su “independencia” otorgado por Israel no significa que recibirá a expulsados de Gaza
Lunes 29 de diciembre de 2025, p. 24
Jan Yunis., Las lluvias invernales dejaron a miles de desplazados palestinos “temblando de frío y miedo”, donde las altas olas inundaron las tiendas de campaña, a la par de que autoridades sanitarias de la franja de Gaza denunciaron ayer que se requieren unas 200 mil viviendas prefabricadas para satisfacer las necesidades humanitarias urgentes.
“Como mujer mayor, no puedo vivir en estas condiciones. Vivir en tiendas de campaña significa morir de frío cuando llueve y de calor en verano”, explicó Umm Rami Bulbul, tras añadir que “no queremos reconstrucción ahora mismo, sólo que nos proporcionen a nosotros y a nuestros hijos casas móviles”.
En la ciudad de Jan Yunis, las mantas estaban empapadas y los hornos de barro para cocinar inundados. Niños con sandalias chapoteaban en los charcos. Algunas personas usaron palas o latas de metal para sacar agua de las tiendas. Otros cavaron en el suelo para liberar refugios colapsados del barro.
“¿Dónde están los mediadores? No queremos comida. No queremos nada. Estamos agotados. Sólo queremos colchones y cobertores”, dijo Fátima Abu Omar mientras apuntalaba un refugio colapsado. Según datos de la Organización de Naciones Unidas, casi 80 por ciento de los edificios del enclave palestino quedaron destruidos o dañados por la guerra.
Alrededor de 1.5 millones de los 2.2 millones de habitantes de Gaza perdieron sus hogares, expuso Amjad Al Shawa, director de la red de ONG palestinas (PNGO) en Gaza; también, precisó a la Afp que de las más de 300 mil tiendas de campaña solicitadas para albergar a desplazados, “sólo hemos recibido 60 mil”.
La agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (Unrwa) afirmó que las duras condiciones meteorológicas agravaron el sufrimiento de los habitantes de la franja. “La población de Gaza sobrevive en tiendas de campaña endebles e inundadas, entre ruinas”, escribió en X el director Philippe Lazzarini. “Esto no es inevitable. No se está permitiendo la entrada de ayuda humanitaria al nivel necesario”, sentenció.
El Cogat, organismo del ministerio de Defensa israelí responsable de los asuntos civiles palestinos, afirmó a mediados de diciembre que “casi 310 mil tiendas de campaña y lonas entraron recientemente en la franja de Gaza” como parte del aumento de la ayuda en virtud del alto el fuego.
El autoproclamado gobierno de Somalilandia aseguró que el reconocimiento de su independencia otorgado por Israel no está condicionado a ningún plan para recibir a palestinos expulsados de Gaza.
En una entrevista al canal israelí Kan, el ministro de Exteriores de Somalilandia, Abdirahman Dahir, indicó que “jamás se ha negociado ni albergar y ni transferir gente desde Gaza y cualquier otra declaración al respecto es falsa y llama al engaño”.
En un comunicado, el líder de los rebeldes hutíes de Yemen, Abdel Malek al Huti, advirtió que “consideramos cualquier presencia israelí en Somalilandia un objetivo militar para nuestras fuerzas armadas, ya que constituye una agresión contra Somalia y Yemen, y una amenaza a la seguridad de la región”, manifestó la organización.












