En 2025, el empleo femenino se vio deteriorado, tanto en la formalidad como en la informalidad, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

Tras dar a conocer la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (Enoe) de noviembre de 2025, el Inegi estimó que se perdieron 1.05 millones de empleos en el penúltimo mes del año, de los cuales, 996 mil 61 fueron puestos de mujeres, y 62 mil 118 de los hombres.

En tanto, respecto a noviembre de 2024, la ocupación en el país descendió un neto de 162 mil 872 personas, compuesta por una pérdida de 440 mil 382 plazas laborales para las mujeres y y un aumento de 277 mil 510 en hombres. Asimismo, en el acumulado del año (enero-noviembre), el empleo en las mujeres en México cayó en 309 mil 163 puestos de trabajo.

Mientras, el empleo formal para los hombres aumentó en 363 mil 432 puestos en noviembre frente a octubre pasado, en las mujeres se perdieron 316 mil 922 plazas. Si se compara con noviembre de 2024, las mujeres perdieron 224 mil 462 empleos formales; y 478 mil 597 en los 11 meses de este 2025.

En la ocupación informal también les fue mal a las mujeres, pues mes a mes se destruyeron 679 mil 139 empleos; En lo que va del año, sólo se crearon 169 mil 434 para ellas, frente a los 792 mil 951 empleos masculinos.

Indeed, sitio de empleo mundial, sostuvo hace unos meses que 64 por ciento de los mexicanos cree que las mujeres enfrentan más desafíos que los hombres para avanzar a posiciones de toma de decisión.

“Es fundamental que, en nuestro contexto actual, se visibilice y valore el papel de las mujeres en puestos de liderazgo o toma de decisiones, esto es un indicador de que las barreras empiezan a desvanecerse y las oportunidades aumentan.”

Las empresas deben superar el llamado techo de cristal para tener una mayor diversidad en su fuerza laboral, considerando que 73 por ciento de las empresas en México no cuentan con mujeres en puestos de liderazgo relevantes.

La tasa de participación económica de mujeres fue de 40.7 por ciento, casi la mitad de la población económicamente activa, según datos del Inegi. Los sectores predominantes para ellas se concentran en servicios, comercio y roles de cuidado (doméstico, salud, educación), que culturalmente se asocian a tareas femeninas.

La informalidad sigue siendo alta (54.8 por ciento a un mes de concluir el año), afectando más a las mujeres y con amplia brecha salarial, aunque ha mostrado mejoras.