El Estado mexicano no ve el océano como una fuente de desarrollo, incluso en 2026 hay una disminución en términos reales de los recursos públicos para el sector pesquero, señalaron integrantes de la organización ambiental Oceana.

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación de 2026, la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural contará con 75 mil 836 millones 497 mil 826 pesos de presupuesto (en 2025 fue de 74.5 mil millones).

Del total de recursos públicos para el próximo año, sólo 3 por ciento se dirigirá a pesca: 2 mil 181 millones para la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca y 442 millones para Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentable.

“No hay una apuesta sobre los océanos. La zona económica exclusiva no se limita al Golfo de California, y vemos un abandono brutal del Pacífico Sur y del Golfo de México” para la producción pesquera, apuntó en conferencia Renata Terrazas, directora de la agrupación.

Lamentó que el olvido institucional del sector “es tan grande”, que la pesca no es considerada una actividad primaria. Y es que, por ejemplo, una problemática que enfrentan los pescadores es la captura ilegal, que se estima es de 40 por ciento, y es el doble del promedio mundial.

En ese sentido, Nancy Gocher, directora de políticas públicas y ciencia de Oceana, destacó que el mar da sustento al menos a 350 mil familias en las riberas y costas de Oaxaca, donde viven de especies como el huachinango, la ostra de roca, el tiburón, el pulpo y la langosta, todo ello principalmente para el consumo local.

Agregó que se estima que dos millones de personas en el país dependen de la cadena de valor relacionada con la pesca. Las cifras, subrayaron, no son oficiales, sino que son estimaciones académicas.

Se calcula que 15 millones de personas en México habitan en zonas costeras, y, de una u otra manera, están vinculadas con esta actividad económica; además, hay al menos 90 mil hombres dedicados a la pesca.

Agregaron que el Golfo de México, más allá de la explotación petrolera, debería ser considerado un área de desarrollo económico basado en la pesca. En ese cuerpo marino hay 15 mil especies, de las cuales mil 500, 10 por ciento, son endémicas. “El Golfo de México no es únicamente petróleo, sino biodiversidad”, afirmó Terrazas.

Por la seguridad alimentaria

Destacaron que una política pública que busque garantizar la seguridad alimentaria en el país debe apostar por el mar y la pesca, más que por los hidrocarburos.

Consideraron que los programas sociales del gobierno federal dirigidos al sector, como Bienpesca, con el que se entregan 7 mil 500 pesos anuales a pequeños productores, y Sembrando Vida en el Mar, que se busca crear zonas de refugio, “sólo son paliativos”, ante las problemáticas que enfrentan quienes viven del mar, como la captura ilegal o la de arrastre.