Martes 16 de diciembre de 2025, p. 4
Madrid. Chamaco, palabra tan usada históricamente en México y Cuba, sobre todo, por fin fue reconocida en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), que incorpora hasta 330 novedades, entre ellas palabras definidas como “extranjerismos puros” que han ido ganando terreno en el habla popular, como estreaming, login, okey, crowdfounding, hashtag, fixing, mailing y outlet, entre otros. También hay varias palabras específicas del habla en otros países, como México, al registrar uso de la palabra morro en referencia a “niño o muchacho”. Además, los académicos decidieron abrir las puertas de la obra de consulta a palabras que han ido ganando terreno a golpe de noticias, como turismofobia, que se refiere al nuevo fenómeno social que se expresa en muchos países para rechazar los estragos que deja el turismo de masas en las comunidades, como el incremento de la vida cotidiana, la falta de vivienda y el colapso de los centros históricos de las ciudades.
En la sede la Real Academia Española (RAE) se presentó la actualización más reciente del DLE, que ya va en su versión electrónica 23.8.1, con lo que ya será la última antes de la publicación de la edición 24, el próximo año, y que se prevé que sea uno de los grandes acontecimientos del año para los defensores del idioma. Como es habitual en estas actualizaciones, los académicos de la lengua de la RAE y del mundo, incluida la mexicana, deciden cada modificación que se incorpora al idioma. No se trata de imponer palabras, sino de registrar las que ya se usan de forma popular en la calle, en los medios de comunicación o en la vida en general. En algunos casos los académicos realizan propuestas para evitar que los extranjerismos vayan transformando de forma radical el idioma, como ya lo hacen, pero en muchos casos esas propuestas “fracasan”, como explicó el presidente de la RAE, Santiago Muñoz Machado, quien se refirió a una iniciativa de las academias para incorporar la palabra whisky, pero en su versión castellanizada, es decir güisqui, que nadie usa. “El fracaso fue total y absoluto”, aseguró.
De ahí que, posiblemente, la RAE no haya hecho ninguna propuesta para los numerosos extranjerismos puros que se incorporan al DLE con esta actualización, entre ellos algunos de uso común en las nuevas tecnologías y que forman parte de la vida diaria de las personas. Quizás el caso más claro es de la palabra login, que se escribirá en cursiva para enfatizar que es un extranjerismo puro. Así como hashtag, okey, pacman o gif.
En cuanto a las palabras usadas específicamente en México, el DLE ahora reconoce también las palabras chamaco/a y morro/a), mientras la mayoría de las modificaciones son de uso generalizado entre los hablantes. Pero se da el caso de que se incluyen vocablos que significan lo mismo en países distintos, por ejemplo simpa, que en España se refiere a cuando una persona se va de un restaurante o de un bar sin pagar la cuenta, mientras en Argentina se utiliza la expresión pagadiós. O para hablar del popular juego de los años 80, Pacman, que en España le llaman comecocos.
También se agregan al diccionario términos como teleportación, teleportar, teletransportación, teletransportador, teletransporte y teletransportar, que se refiere a que deben de venir de un lugar o del futuro. También palabras como bicentenario y tricentenario, trecentista, cuatrocentista, cincuecentista, seiscentista, setecentista, ochocentista y novecentista. Otra palabra es milenial, que se define como “persona nacida en el periodo aproximado de las dos últimas décadas del siglo XX”, si bien otra de uso común y muy actual como boomer aún no encontró el consenso de los académicos.
Otras palabras curiosas incorporadas al DLE son microteatro, fotonoticia, desratizados y destornillador, ésta referente a la bebida que se prepara con vodka y jugo o refresco de naranja.
En cuanto a la celebración del próximo Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), a realizarse en Panamá dentro de cuatro años, Muñoz Machado explicó que la decisión se “adoptó como siempre” entre todas las academias, y que ahora sólo falta que “los gobiernos de Panamá y de España se pongan de acuerdo”. Así, el presidente de la RAE contestó sin citar al director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien lo acusó de tomar esta decisión de forma unilateral y sin haber consultado a nadie.











