Jueves 11 de diciembre de 2025, p. 8
El son cubano, género bailable de origen humilde, nacido en el siglo XVI en la zona oriental de Cuba, que se creó entre elementos de la música española y la africana, fue rechazado en un principio por su baile desinhibido y popular. Ayer fue inscrito en la lista representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco, un reconocimiento a esa expresión de la cultura e identidad del pueblo de Cuba.
Resurgido gracias al proyecto Buena Vista Social Club a finales de la década de 1990, cantantes como Benny Moré, Francisco Repilado, conocido como Compay segundo, e Ibrahim Ferrer están entre las figuras más emblemáticas de este género musical cuya estructura alterna una voz solista con un coro que repite un estribillo, especialmente en la sección de montuno.
Bailado en pareja, el son es uno de los géneros cubanos que más influyó en la música latinoamericana del siglo XX.
“El son es la columna vertebral de la música cubana”, aseguró el musicólogo José Cuenca en el expediente de la candidatura.
“El son no sólo nos identifica como canción, sino que nos identifica como personas, como cubanos", asegura de su lado el pianista y compositor Pachy Naranjo, director de La Original de Manzanillo, orquesta que participó en la renovación del "son" tradicional en la década de 1960.
En una declaración publicada en la red social Facebook, el estatal Instituto Cubano de la Música se congratuló por la inclusión del son en la lista.
“Recibimos con gran beneplácito esta declaratoria de la Unesco, noticia que festejaremos a todo lo largo y ancho de la Isla y que entendemos como un merecido homenaje a la creatividad y la alegría de todo un pueblo”, expresó el largo posteo de la entidad.
Cuba ya cuenta con varias tradiciones inscritas en el patrimonio inmaterial de la humanidad. Entre ellas están la “tumba francesa”, un conjunto de cantos y bailes acompañados de percusión que llegaron a la isla con los colonos franceses y sus esclavos haitianos a finales del siglo XVIII; la rumba y el saber hacer de los maestros del ron cubano.












