Primeros 90 años del maestro Alberto Híjar
a se ha hablado, en ocasión de sus primeros 90 años, del recorrido del maestro Alberto Híjar por las aulas, la militancia y las luchas de México y de otros países de América Latina. También habrá que acercar la mirada a las calles, la protesta, el pronunciamiento, el posicionamiento, la presencia física (además de la elaboración intelectual), del maestro en las luchas y movimientos sociales de la reciente década.
Lo conocí en la calle, como se conoce, en mi ámbito, a las grandes y buenas personas. En una marcha, por supuesto. Recuerdo al maestro Alberto en la instalación de una placa frente al edificio de Circular Morelia 8, colonia Roma, un sitio infame donde se secuestró, torturó (entre ellos a él) y asesinó a militantes y activistas como política de Estado.
La desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa y el asesinato de tres de ellos, lo llevó, desde el primer momento, no sólo a pronunciarse, sino a participar activamente en muchas de las ya incontables movilizaciones y pronunciamientos.
Híjar dota de historia las ins-talaciones de los Antimonumentos sembrados en la Ciudad de México. Ofrece datos, fechas, pasajes históricos. “Son una respuesta necesaria a la ocupación capitalista”, dice, y de su mano se recorre la avenida de las indignaciones actuales y del caminar colectivo.
El Híjar que conozco es de sus vitales 80 a los 90 años que ahora cumple, tiempo en el que camina con las madres buscadoras, las luchas feministas, los normalistas, las luchas indígenas y campesinas. A veces nos conmina a no sólo marchar, sino a crear narrativas diversas, nuevas formas de visibilizar nuestras protestas y, como dice él, a la teoría, por favor, siempre a la teoría.
Actualizado siempre, denuncia la represión a las comunidades en resistencia y los defensores del territorio; el accionar criminal contra los municipios autónomos zapatistas; los ataques en el Istmo de Tehuantepec, las afectaciones ecológicas y culturales del Tren Maya, y la criminalización contra la comunidad de Eloxochitlán de Flores Magón, entre tantas otras indignaciones.
Maestro, compañero, papá, abuelo, bisabuelo, Híjar se mantiene erguido en más de un sentido.











