Instalan galería con códices
Jueves 4 de diciembre de 2025, p. 14
Un grito de cultura y de justicia por la comunidad oaxaqueña de Eloxochitlán de Flores Magón resonó ayer afuera de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
La agrupación Mazatecas por la Libertad instaló una carpa frente al máximo tribunal, donde exhibió una galería de códices gráficos que narran una década de lucha y persecución política y judicial, con más de 40 detenciones –la mayoría ya fueron absueltos– y más de 200 órdenes de aprehensión. La jornada se denominó Faena internacionalista por el fin de la criminalización de Eloxochitlán de Flores Magón.
Argelia Betanzos, familiar directa de los “presos políticos mazatecos”, abogada comunitaria e integrante de la agrupación, explicó que eligieron ese lugar porque la SCJN tiene facultades para trazar una ruta definitiva que ponga fin a la criminalización. Señaló que ayer sostuvieron una primera reunión técnica con la Dirección de Atención Ciudadana, acompañadas por abogadas del Instituto Federal de la Defensoría Pública, que desde 2022 llevan su causa, tras acreditar violaciones graves al debido proceso y fabricación de delitos.
En el encuentro –relató–, el instituto expuso que no existen pruebas que sostengan los delitos imputados ni responsabilidad de las 14 personas que cumplen una década en prisión, mientras la Corte reconoció que el problema no radica en la defensa, sino en injerencias externas que han obstaculizado el proceso.
Adelantó que hoy sostendrán una segunda reunión “con personas que tienen capacidad de decisión. Nosotras esperamos que se trace la ruta definitiva para dar fin a la criminalización”. Entre sus peticiones está la liberación de Miguel Peralta.
Añadió que la persecución responde a un intento histórico del Estado por desarticular a la comunidad e impedir la defensa del territorio, el agua y el río.
El Códice Katasindajín es un proyecto colectivo elaborado por una decena de artistas y mujeres mazatecas para narrar, en formato de “códice-cómic”, la historia de lucha y persecución de la comunidad, explicó la artista visual Mine Ante, académica de la UAM Iztapalapa.
Mediante 14 escenas en ocho capítulos, agregó, el códice retrata la relación con el río y el territorio, la identidad colectiva, el enfrentamiento con el cacicazgo, la criminalización y el trabajo sostenido –principalmente de las mujeres–, acompañado por redes de solidaridad y expresiones artísticas.
La obra incluye críticas a la corrupción en instancias judiciales y gubernamentales que han obstaculizado el acceso a la justicia.











