Legisladores de los dos partidos de EU piden investigar la legalidad de ataques a lanchas
Lunes 1º de diciembre de 2025, p. 25
Washington. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó ayer que habló con su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro. “No quiero comentar de eso. La respuesta es sí”, aclaró al responder la pregunta de una periodista a bordo del avión Air Force One.
“No diría que salió bien ni mal. Fue una llamada telefónica”, agregó el inquilino de la Casa Blanca sin dar mayores precisiones.
La llamada entre ambos mandatarios fue reportada primero el viernes por The New York Times, y luego por The Wall Street Journal.
Al preguntarle si sus comentarios relativos al cierre del espacio aéreo venezolano significaban que los ataques contra Venezuela eran inminentes, Trump respondió: “No lean nada en ello”.
En ese contexto, el senador republicano Markwayne Mullin declaró que Estados Unidos ofreció a Maduro la opción de exiliarse “en Rusia u otro país”, declaró a CNN.
Sobre si Trump planeaba atacar a Venezuela, el integrante del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado comentó: “No, ha dejado muy claro que no vamos a enviar tropas al país sudamericano. Lo que intentamos es proteger nuestras costas”.
El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, acusó en X que “las acciones imprudentes de Trump llevan a Estados Unidos a otra costosa guerra en el extranjero. Según nuestra Constitución, el Congreso tiene la facultad exclusiva de declarar la guerra, no el presidente, y el Congreso no ha autorizado el uso de la fuerza militar contra Venezuela”.
Afirmó que “los estadunidenses están cansados de guerras extranjeras interminables que cuestan la vida de innumerables militares nacionales y agotan recursos valiosos. Ésta no es una política de Estados Unidos primero. Necesitamos que los republicanos y los demócratas del Congreso se unan para devolver al pueblo la facultad de declarar la guerra”, enfatizó Schumer.
En tanto, legisladores de ambos partidos se expresaron a favor de las revisiones en el Congreso a los ataques militares de Estados Unidos contra embarcaciones que, sin pruebas, ha acusado que traficaban drogas en el Caribe y el Pacífico oriental, refiriéndose a un informe que indica que el secretario de Guerra, Pete Hegseth, ordenó verbalmente que todos los tripulantes fueran abatidos como parte de un bombardeo el 2 de septiembre.
En respuesta, el presidente estadunidense expresó a bordo del Air Force One: “voy a averiguar sobre eso, no sé nada. Él (Hegseth) dice que no dijo eso, y yo le creo”.
Los legisladores señalaron que no sabían si el informe que publicó The Washington Post la semana pasada era cierto, incluso algunos republicanos se mostraron escépticos, pero expresaron que ir detrás de los sobrevivientes de un ataque inicial con misiles plantea serias preocupaciones legales.
“De ser cierto, esto alcanza el nivel de un crimen de guerra”, afirmó el senador demócrata Tim Kaine.
Al preguntarle sobre un ataque de seguimiento contra personas que no podían defenderse, el representante republicano Mike Turner indicó que tanto en la Cámara como en el Senado se han abierto investigaciones y que “obviamente, si eso ocurrió, sería muy grave y estoy de acuerdo en que sería un acto ilegal”.
El mandatario colombiano, Gustavo Petro, aseveró en X que un “presidente extranjero” no puede declarar el cierre del espacio aéreo de otro país.












