Lunes 1º de diciembre de 2025, p. 33
A un mes de que autoridades autorizaron el incremento de un peso con 50 centavos a las tarifas del transporte de ruta y corredor en la Ciudad de México, los usuarios de las unidades que circulan en el paradero Tacubaya aseguraron que no hay mejora en el servicio que, recordaron, se ofreció sería eficiente y de calidad.
Pasajeros fueron entrevistados en las inmediaciones de la estación Tacubaya del Metro, donde confluyen las terminales de líneas 1, 7 y 9, y en medio de charcos de agua estancada, montones de basura, mal olor y largas filas de personas que esperan en promedio 20 minutos para abordar un camión o un taxi a la mitad de las vialidades Jalisco u Observatorio.
En un recorrido por los andenes del paradero, se observó que el acuerdo para que los conductores vistan uniforme formado por pantalón oscuro y camisa blanca, en la práctica no existe, y el número visible de la ruta tampoco es visible en algunas unidades, las cuales mantienen los vidrios polarizados.
Lorena Ruiz, usuaria de la ruta Tacubaya-Huixquilucan, comentó –en medio de la música de cumbia y guaracha que salía a todo volumen de los camiones– que “no hay cambio, es lo mismo, es nulo el avance, y que los conductores “hacen paradas donde no deberían”.
Ningún cambio
Por su parte, Cristina expresó en tono molesto mientras permanece en la fila que “obviamente no ha mejorado el servicio: las unidades siguen igual, sucias, apestosas, nada ha cambiado”.
Indicó que el aumento afecta su bolsillo porque, además, “hay choferes que sí cobran 9 pesos con 50 centavos, pero otros cobran 10 pesos, como los de la ruta de Santa Rosa-Tacubaya y los de Cuajimalpa”; otros utilizan aún la alcancía y no tienen disponible la opción de recibir la tarjeta de movilidad integrada.
Expuso que realiza diferentes ajustes en la compra de alimentos para compensar el alza del pasaje, como, por ejemplo, en el kilo de tortillas, que es de 22 pesos, con lo que sólo compra 18 pesos, pero insistió en que “es igual, se aumente la tarifa o no, el servicio siempre es igual de malo”.
Para Pablo Juárez el aumento de 8 a 9.50 pesos equivale a pagar prácticamente un pasaje adicional, luego de financiar los recursos para movilidad de los cinco miembros de su familia, por lo que indicó que analiza la posibilidad “de dejar de comprar antojos como refrescos y papas”.












