El oligopolio impone condiciones
Competencia en el sector, inviable en la situación actual // Los consorcios se escudan en el T-MEC para ajustar el mercado a sus intereses: expertos
Jueves 27 de noviembre de 2025, p. 3
Las grandes harineras del país tienen el poder de manipular los precios del maíz al ofrecer pagos por debajo de los costos de producción, coincidieron tanto productores como la autoridad antimonopolio del país, que además determinó en su momento que no existen condiciones adecuadas de competencia en el sector.
Productores de maíz explicaron que empresas como Maseca, Minsa y Cargill siguen pagando precios “injustos” por el maíz blanco, que es para consumo humano y se utiliza en la cadena de la masa y las tortillas. Explicaron que mientras ellas venden la tonelada de harina a 17 mil pesos, pagan la tonelada de maíz a menos de un tercio de ese valor.
En octubre de 2024, la hoy extinta Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) concluyó de manera preliminar que en México “no existen condiciones de competencia en el mercado de harina de maíz nixtamalizada que se vende a las tortillerías”, en un mercado dominado por Gruma, que tiene el poder para “establecer precios elevados”, sin que otras empresas puedan hacerle competencia suficiente.
“Hay un oligopolio, es decir, un control del mercado de la compra de maíz para tortilla por parte de unas cuantas empresas. El negocio en México está en manos de Gruma, Minsa y Cargill. Ante los pocos compradores que hay en el país, los vendedores, en este caso los pequeños productores, tienen que aceptar las condiciones que marcan estas empresas”, dijo Víctor Quintana, experto en el sector agropecuario.
En su momento, la entonces Cofece calculaba que Gruma acaparaba entre 50 y 90 por ciento de las ventas en ocho regiones en las que había dividido el país.
“En algunas, casi nueve de cada 10 kilos de harina son vendidos por Gruma. Identificamos una participación de mercado entre dos y nueve veces por encima de su mayor competidor en cada una de las regiones, con un precio promedio casi 10 por ciento superior al de sus competidores”, señalaba el dictamen.
“Falta voluntad por parte de la industria”
Rubén Vázquez de la Rosa, representante del Comité Pro Mejoramiento del Agro Guanajuatense, afirmó que las grandes harineras están manipulando el mercado escudándose en el Tratado México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) para pagar el maíz blanco de los campesinos mexicanos al mismo precio de maíz amarillo, principalmente transgénico y proveniente casi en su totalidad de Estados Unidos.
“El maíz mexicano es un grano de especialidad, no transgénico y destinado al consumo humano. Las harineras venden la tonelada de harina en alrededor de 17 mil pesos, pero nos quieren pagar a nosotros una tercera parte de lo que vale. No pedimos que pierdan dinero, sólo que castiguen un poco sus ganancias. Falta voluntad por parte de la industria”, apuntó.
Según datos oficiales, entre enero y octubre México importó 40 millones 700 mil toneladas de granos y oleaginosas, una cifra sin precedente desde que existen registros (1993), lo que además representa un incremento de 3.5 por ciento frente al récord anterior de 39 millones 330 mil toneladas reportado en el mismo periodo del año pasado.
El maíz (blanco y amarillo) sigue siendo el principal impulsor del crecimiento de las importaciones mexicanas de granos. En los primeros 10 meses del año el país adquirió un volumen récord de 21 millones 200 mil toneladas.











