Se estrenó ayer en Madrid el monólogo protagonizado por la actriz mexicana Cecilia Suárez
Miércoles 26 de noviembre de 2025, p. 9
La memoria, la ausencia y la persistencia luminosa de una vida arrebatada encontraron un nuevo cauce este martes con el estreno mundial de El invencible verano de Liliana, puesta en escena basada en el libro homónimo de la escritora mexicana Cristina Rivera Garza.
En el Centro de Cultura Contemporánea Condeduque, de Madrid, España, la función marcó un momento relevante para el teatro y para la conversación sobre la violencia feminicida, al llevar al escenario la adaptación de una obra que, desde su publicación en 2021, no ha dejado de resonar en distintos países.
Con Cecilia Suárez en el escenario y dramaturgia de Amaranta Osorio, esta versión escénica surge como una coproducción del propio espacio cultural madrileño al integrarse a la programación del Festival de Otoño.
Un día antes del estreno se realizó un conversatorio entre la autora, la dramaturga y la actriz en el recinto que aloja la temporada, disponible en el sitio web: https://bit.ly/4ohajOa. El encuentro abrió un espacio para pensar el tránsito íntimo, político y artístico que llevó la historia de Liliana Rivera Garza al teatro.
Cristina Rivera Garza entró directamente al núcleo del libro. Recordó que la escritura le tomó años y que fue uno de los proyectos más difíciles de su vida.
“No tenía idea de las múltiples conexiones que iba a establecer la voz de Liliana (mi hermana) con lectores jóvenes y no tan jóvenes”, dijo.
Para ella, la recepción del texto demuestra que, a pesar de los avances del lenguaje feminista, todavía persisten el silencio, la suspicacia y las dudas al nombrar la violencia. ‘Me pasaba eso, pero no sabía cómo decirlo’ es una frase que escuché con frecuencia entre jóvenes”.
Esa identificación, señaló, mantiene viva la presencia de Liliana y recuerda tanto la historia del feminicidio como la fuerza de sus sueños, su energía y su vivacidad. “Cuando más de una familia dice ‘extrañamos’, reconoce lugares vacíos que deberían estar ocupados. Ahí hay una crítica importante y una energía que me interesa seguir desatando”.
En la conversación, Amaranta Osorio habló del reto de trabajar con un libro que entrelaza recuerdos personales, biografía, documentos y análisis.
Admitió que no quería modificar nada por la potencia de la escritura original. La complejidad surgió al elegir fragmentos y organizarlos para una sola actriz.
“Fue un trabajo de relojero, pensar cómo mover las partes para lograr una progresión emocional que sostuviera todas las voces. Lloré durante gran parte del proceso y celebré la posibilidad de ver cómo funcionan en el cuerpo de Cecilia las maravillosas palabras de Cristina Rivera Garza.”
Para Cecilia Suárez, esta puesta en escena une dos aspectos centrales de su vida: la actuación y su activismo en contra de la violencia de género.
“Al concluir la lectura, sentí que conocía a Liliana. Cristina me hizo conocerla. Sentí su presencia, sus anhelos, y me impactó profundamente. Esa experiencia fue el impulso para aceptar mi primer monólogo, un proceso intenso y solitario, pero también guiado por la presencia generosa de la protagonista.
“Ella dicta por dónde. Se manifiesta de formas inesperadas. Sólo hay que estar abierta a escuchar. El formato del monólogo era el único posible para este trayecto emocional y ético. Aquí estamos honrando la vida de Liliana, la de una familia, la de una comunidad.”
Traducido a 15 idiomas y ganador del Premio Pulitzer de Memorias y Autobiografía 2024, el volumen surge de una profunda indagación en la vida de Liliana Rivera Garza, asesinada por su pareja en 1990, cuando tenía 20 años.
Su historia, reconstruida a partir de diarios, anotaciones y testimonios, permite revisitar un feminicidio ocurrido antes de que el término existiera en la ley. La obra recupera su voz y la sitúa en un presente donde miles de mujeres han sido silenciadas por la violencia machista.











