Jueves 23 de octubre de 2025, p. 36
La Ciudad de México alcanzó una cifra histórica de empleos con más de 3 millones 200 mil personas ocupadas, y se estima que con motivo de la Copa Mundial de Futbol de 2026 se generarán entre 80 mil y 120 mil.
Inés González Nicolás, titular de la Secretaria del Trabajo y Fomento al Empleo, dijo que el reto será lograr que las plazas que genere la justa deportiva se mantengan como empleos permanentes.
Refirió, en entrevista, que las obras de infraestructura vial y de transporte que realiza el gobierno de la ciudad abrió fuentes de trabajo, y seguramente muchos se mantendrán para la operación de dicha infraestructura y su mantenimiento, aunados a los que se crearán en el sector de servicios, en rubros como hospedaje, restaurantes, comercios y transporte.
En tanto, refirió que la cifra histórica de empleos registrados ante el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) implicó una reducción de uno por ciento de la informalidad laboral en la ciudad.
Explicó que si bien a fin de año se presenta un fenómeno en el que empresas dan por concluidos contratos laborales para preparar el siguiente año fiscal, es una época del año que empieza con El Buen Fin, en el que se crean también muchas plazas temporales que compensan esa situación.
Ayer, las secretarías del Trabajo de los gobiernos federal y capitalino realizaron la Feria Nacional de Empleo Incluyente para Grupos Vulnerables, con la participación de 39 empresas que ofrecieron más de 850 mil plazas.
Silvia Villagómez tiene 64 años y un problema de bursitis en la rodilla que limita su movilidad, pero asegura que “de acá arriba –apunta a su cabeza– estoy rebién”, y que puede realizar algún trabajo en el que alterne horas de pie y sentada, como empacadora en algún supermercado, por ejemplo.
Mientras recorría los locales de la feria, contó que su doctor ya le había dicho que se tenía que activar, recibió en días pasados un correo del DIF de la Ciudad de México que anunciaba el evento “y me decidí.
“Soy viuda, los hijos ya se fueron y los nietos ya están mayorcitos, ya nadie depende de mí y a veces entra la nostalgia. Vine a ver si encuentro algo porque tengo que activarme para que no me atrofie, y aparte gano un dinerito, aunque tengo la pensión del gobierno y lo que me dan mis hijos, pero quiero lo mío y estar con otras personas, aunque sea alguien para pelear.”
Clío, de 36 años, tiene una discapacidad auditiva y se comunica con lengua de señas con la asistencia de Leslie Seañez, del DIF capitalino, para traducir a los reclutadores de las empresas.
Estudió sicología y busca alguna labor de asistencia educativa o de administración en la que ya tiene experiencia al haber laborado en un colegio donde ayudaba a aplicar exámenes a personas con autismo.











