El aumento del costo, al consumidor, advierte Canainca; en México no se produce el material
Lunes 20 de octubre de 2025, p. 25
De no excluir al acero en grado alimenticio del posible aumento de aranceles a productos que se importan de países con los que México no tiene tratado, existe el riesgo de que los alimentos enlatados observen un encarecimiento, de acuerdo con la Cámara Nacional de la Industria de Conservas Alimenticias (Canainca).
Jonás Murillo González, presidente ejecutivo del organismo industrial, subrayó que hay preocupación debido a la medida que planteó la Secretaría de Economía (SE) en septiembre pasado, la cual tiene como finalidad proteger a sectores sensibles como el siderúrgico.
El directivo explicó que 85 por ciento de la producción nacional de conservas se dirige al consumo interno, mientras sólo 15 por ciento es para exportación.
Precisó que 60 por ciento del total de productos que se quedan en México utilizan latas de acero grado alimenticio, el cual en su mayoría proviene de China porque en el país no se cuenta con este insumo metálico, pero tampoco en la región T-MEC, es decir, Estados Unidos y Canadá.
Murillo González expuso que al aplicar aranceles de 35 por ciento al acero que se utiliza en las latas, se corre el riesgo de trasladar el costo al consumidor, el cual sería de 10 por ciento más. “El gran problema es que no hay sustitución”, advirtió.
“El país no es productor de ese acero, entonces lo tenemos que importar obligatoriamente. Cuando no defiendes a una industria nacional, finalmente lo único que haces es perjudicar al consumidor final”, expresó Murillo.
Ante esto la Canainca pidió a la Secretaría de Agricultura, a la SE y a los legisladores –quienes evalúan la iniciativa– que se identifiquen las fracciones de acero que no deben ser gravadas, sobre todo porque la nación no cuenta con ese insumo siderúrgico en particular.
Comentó que el acero en grado alimenticio se puede traer de Europa o Japón, pero eso implica mayores costos que también pueden ser absorbidos por la industria en una parte, pero otra se trasladaría al consumidor.
“Son temas que se deben valorar en su justa medida y considerar que aunque el nombre del producto es el mismo, los usos del acero y el aluminio para alimentos nada tienen que ver con otros sectores”. Mencionó que las empresas afiliadas a la Canainca procesan poco más de 8 millones de toneladas de productos del campo y del mar mexicano, por lo que la afectación no sólo sería para el consumidor, sino para el sector agrícola.
En ese sentido, Murillo González detalló que el sector que representa prevé comprar un millón 200 mil toneladas de frijol este año, por lo que un incremento de 10 por ciento en el costo final representa un impacto para el consumidor.
Aunado a ello, en Estados Unidos grupos de productores de alimentos han pedido a las autoridades de ese país que se aplique un arancel a todos los enlatados. Murillo González comentó que actualmente los únicos afectados son las empresas que exportan cerveza.
Consideró que es un “gravísimo error”, porque la industria mexicana de conservas no desplaza a ningún producto estadunidense.
“Nos inconforma el gravamen de Estados Unidos, pero nos preocupa más el arancel al acero chino para grado alimenticio para México”, recalcó el industrial.