La embajada de EU organizó un foro acerca del combate al robo del patrimonio histórico
Sábado 27 de septiembre de 2025, p. 4
Los cárteles del crimen organizado también participan en el robo y tráfico ilícito de patrimonio cultural mexicano, advirtió ayer el agente Arturo D. Colón, del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Durante su participación en el foro Patrimonio Cultural y las Fases del Combate al Tráfico Ilícito de Bienes Culturales, realizado en la Biblioteca Benjamín Franklin y organizado por la embajada de Estados Unidos, el funcionario señaló que este delito no sólo genera millonarias ganancias ilegales, sino que también amenaza la memoria histórica de las naciones.
La advertencia de Colón estuvo acompañada por un diagnóstico que indica que en México la magnitud del robo y tráfico del patrimonio cultural es difícil de dimensionar por la escasez de denuncias, como expuso Thalía Velasco, coordinadora nacional de Conservación del Patrimonio Cultural del INAH.
La funcionaria subrayó que la falta de registros e inventarios, así como el desconocimiento de procedimientos para reportar robos, impiden actuar con rapidez. “Muchas veces la pérdida de piezas se detecta meses después, cuando ya es tarde para rastrearlas”, lamentó.
Por su parte, Susan Bridenstine, consejera de Asuntos Educativos y Culturales de la embajada de Estados Unidos, destacó que su país es el que más piezas patrimoniales ha devuelto a México.
Recordó que Washington ha invertido más de 2 millones de dólares en proyectos de preservación a través del Fondo de Embajadores para la Preservación del Patrimonio Cultural, y resaltó que la cooperación bilateral ha permitido recuperar bienes arqueológicos, paleontológicos e históricos. “Estados Unidos asume con seriedad esta responsabilidad”, afirmó.
Atentado contra la memoria
Bridenstine señaló que la presidenta Claudia Sheinbaum reconoció recientemente los avances alcanzados con varios países en materia de repatriación, en particular los resultados obtenidos con Estados Unidos, de donde regresaron recientemente diversas piezas culturales.
En las mesas de discusión también participó el historiador Rodrigo Martínez Baracs, miembro de la Academia Mexicana de la Historia, quien puso énfasis en el riesgo que enfrenta el patrimonio documental.
Alertó que los documentos históricos, por su carácter único e irremplazable, requieren mayor protección, pues su robo y venta constituyen “un atentado contra la memoria de la humanidad”. Pidió que no sólo se recupere lo sustraído, sino que también se exhiba y sancione públicamente a las casas de subasta y a los vendedores involucrados.
El foro reunió a especialistas nacionales e internacionales, que coincidieron en que la cooperación binacional, la denuncia ciudadana y la conservación preventiva son herramientas claves para enfrentar un delito que, además de financiar redes criminales, borra fragmentos de la historia de México y del mundo.