La decisión contó con la mayoría de votos de la Junta de Gobierno // Es la décima baja consecutiva

Viernes 26 de septiembre de 2025, p. 21
El Banco de México (BdeM) decidió bajar la tasa de interés de referencia, la que determina el costo del crédito al que se financian empresas y personas, en 0.25 puntos porcentuales, con lo que la ubicó en 7.5 por ciento, y abrió la puerta a más recortes.
En línea con el consenso del mercado –que esperaba un descenso de un cuarto de punto porcentual–, el banco central recortó, por décima ocasión al hilo, la tasa de interés, cuyo ciclo comenzó con el anuncio de política monetaria del 8 de agosto de 2024, cuando la tasa de referencia pasó de 11 por ciento a 10.75.
La decisión de política monetaria que anunció la autoridad no fue unánime, pero contó con la mayoría de la Junta de Gobierno (Victoria Rodríguez Ceja, Galia Borja Gómez, José Gabriel Cuadra García y Omar Mejía Castelazo). Sólo el subgobernador Jonathan Heath votó por mantener la tasa en 7.75 por ciento.
“Hacia delante, la Junta de Gobierno valorará recortes adicionales a la tasa de referencia. Tomará en cuenta los efectos de todos los determinantes de la inflación.
“Las acciones que se implementen serán tales que la tasa de referencia sea congruente, en todo momento, con la trayectoria requerida para propiciar la convergencia ordenada y sostenida de la inflación general a la meta de 3 por ciento en el plazo previsto”, sugirió el BdeM.
De acuerdo con la autoridad monetaria, en su comunicado de política, desde la pasada decisión, las tasas de interés de valores gubernamentales en México registraron disminuciones, especialmente las de mayor plazo. El peso mexicano se apreció. La actividad económica mostró atonía al inicio del tercer trimestre de 2025, mientras el entorno de incertidumbre y de tensiones comerciales implica importantes riesgos a la baja.
Explicó que entre julio y la primera quincena de septiembre de 2025, la inflación general presentó cierto aumento al pasar de 3.51 a 3.74 por ciento anual y la subyacente, que excluye de su cálculo la energía y los alimentos frescos, así como determina la trayectoria de los precios en el mediano y largo plazo, un cambio acotado de 4.23 a 4.26.
Las expectativas de inflación general para el cierre de 2025 disminuyeron. Las de mayor plazo permanecieron relativamente estables en niveles por encima de la meta.
“Se mantiene la expectativa de que la inflación general converja a la meta (3 por ciento +/- un punto porcentual) en el tercer trimestre de 2026”, reiteró BdeM.
Ciclo flexible
Este recorte marca un paso adicional en el ciclo de relajación monetaria, enviando la señal de que podrían seguir más recortes antes de que termine el año. Sin embargo, el BdeM advierte que la inflación sigue mostrando resistencias en su componente subyacente, aseveró Jaime Álvarez, vicepresidente de inversiones en Skandia.
Explicó que para los inversionistas esta decisión abre espacio a una compresión gradual adicional en los rendimientos de los bonos locales de corto plazo, lo que puede seguir favoreciendo posiciones en deuda de mediano plazo, mientras que en renta variable el entorno de tasas más bajas suele respaldar la valuación de sectores sensibles al financiamiento interno, como consumo y vivienda.
Hacia 2026 se advierten varios riesgos como potenciales presiones en costos y choques externos que implicarían más cautela.