Aún sin determinar, el motivo del asesinato del comentarista conservador, señala el mandatario estatal
Lunes 15 de septiembre de 2025, p. 27
Washington. El presunto asesino del influencer de derecha Charlie Kirk tiene una “ideología de izquierda” y vivía con una persona transgénero que era su pareja, declaró ayer el gobernador de Utah, Spencer Cox, al nutrir la narrativa con la que el presidente Donald Trump y sus aliados republicanos declararon la guerra a la oposición tras el homicidio del comentarista ultraconservador, el miércoles pasado.
“Claramente una ideología de izquierda”, refirió Cox en el programa Meet the Press de NBC. Horas después, en State of the Union de CNN, manifestó que “esa información proviene de las personas a su alrededor, familiares y amigos”.
Comentó que Tyler Robinson, de 22 años, “no está cooperando” con la investigación, y que sus amigos lo describen como alguien radicalizado en los rincones oscuros de Internet.
“Los amigos confirmaron que había una especie de esa cultura profunda y oscura en la red, la del Reddit, y otros lugares tenebrosos donde esta persona se adentraba decididamente.”
El gobernador enfatizó que los investigadores aún tratan de determinar un motivo del ataque, y agregó que podría salir más información una vez que el sospechoso comparezca ante el tribunal mañana.
Cox mencionó que la pareja del sospechoso es una persona transgénero, lo que algunos políticos conservadores han señalado como un indicio de que Robinson disparó a Kirk por sus ataques contra la comunidad LGBT+. Pero las autoridades no han dicho si esto es relevante mientras avanza la pesquisa.
Kirk criticó repetidamente los derechos de esa comunidad, en particular de las personas transgénero.
Desde su regreso al poder, en enero pasado, Trump ha denunciado la “transgeneromanía”, que, según él, asola a Estados Unidos, y a la que ha prometido poner fin. Los investigadores no han encontrado evidencia de la influencia de la pareja de Robinson en el asesinato.
Desde el ataque, varias figuras y medios de comunicación conservadores, siguiendo los pasos de Trump, denunciaron la influencia de la “izquierda radical”.
Después quejarse durante años de la “cultura de la cancelación” por parte de la izquierda, algunos conservadores ahora buscan trastocar la vida y la carrera de aquellos que criticaron a Charlie Kirk tras su asesinato. Atacan a empresas, educadores, medios de comunicación y rivales políticos, entre otros, que consideran que promueven el discurso de odio.
Funcionarios conservadores emprendieron una campaña días después del asesinato del ultraderechista, para despedir o castigar a maestros, un empleado de Office Depot, trabajadores del gobierno y un analista de televisión, reportó Ap.