ermítaseme hoy rendir homenaje a mi compañero-hermano Luis Felipe Bazúa Rueda. Este viernes hubiera cumplido 75 años. Brillante técnico, leal amigo, incorruptible funcionario, solidario militante, especialista en tarifas eléctricas. Escrupuloso diseñador de los criterios de asignación de subsidios a usuarios del servicio público de electricidad. Leal promotor de la justicia energética. Mucho le debe la CFE en garantía y flujo de sus ingresos.
No podemos olvidar al coloquialmente identificado como “Matemático Bazúa”, en referencia a su sólida formación en el IPN. Más de 25 años en reflexión continua con José Luis Aburto, Jorge García Peña, Eduardo Arriola, Daniel Reséndiz y, en su momento –costos marginales de transmisión– con Andrés Soler Aguilar. Todos ellos distinguidos técnicos, en relación con empresas internacionales de Electricité de France, Swed Power de Suecia, Endesa de Chile. Y con especialistas de la talla de Arnold C. Harberger de UCLA, Ahmad Faruqui de UC Davis, Thomas Sterner de Göthenburg. Y todo para diseñar e impulsar la instauración de un sistema tarifario que –entre otras cosas– garantizará justa recuperación y adecuada asignación de subsidios a usuarios residenciales y agrícola cuyo monto –admírese– será de casi 90 mil millones de próximo.
Todos ellos y sus equipos expertos en el diseño de tarifas horarias de alta y media tensiones, sustentadas en el análisis acucioso de sus curvas de carga, de su patrón de utilización y de su participación en la punta de iluminación, entre otras cosas. Hoy doble punta, por la presencia de renovables intermitentes y volátiles.
Con ellos comparte méritos –lo ha señalado– la doctora Claudia Sheinbaum Pardo, quien a inicios de los años 90, coordinó un estudio de usos finales de energía en los hogares de México, clave en el rediseño de las tarifas de verano. Todo eso en la brillante época de los 90 de una Comisión Federal de Electricidad, hoy dirigida por una ingeniera de sólida experiencia de campo, Emilia Calleja Alor.
Aparte de este homenaje –obligado por lo demás– cuento que atentos lectores me reclaman no haber mencionado mujeres trabajadoras, analistas, técnicas, ingenieras, a quienes debemos reconocimiento. Y haber ignorado otros trabajadores, técnicos, profesionales y directivos distinguidos en el impulso del servicio público de electricidad. Acato la observación y nombro nuevamente a la primera directora general de la CFE, Emilia Calleja Alor, a quien el arreglo funcional y la actualización del sistema eléctrico ya debe importantes impulsos. Asimismo –y salvadas las diferencias de opinión respecto a la industria– a Alfredo Elías Ayub, director general de la CFE más de 12 años. Y –salvadas también mis diferencias– a Manuel Bartlett. Afortunadas personas en una gran CFE que se debe a sus usuarios, y en la que –atendiendo el reclamo del notable ex director de generación, mi hermano José Manuel Muñoz Villalobos– agrego al querido Angelberto Martínez, a Emilio Hidalgo, Enrique Flores Magón, ya ausentes. Y a profesionales brillantes e impecables como Rolando Ramírez. O como Jorge Puente, José Colado, Arturo Hernández y Francisco Santoyo, entre otros. Además, inicialmente cumplo en recordar –a manera de ejemplo– a algunas compañeras impecables: Rosi Galaz, Elena González Zozaya, Concepción Carlos, Claudia Hernández, Concepción Larrieta, Alicia Zúñiga, Celia Osorno que conocí bien. Y como ejemplo, otras admirables como las técnicas del reactor de Laguna Verde: Montserrat Citlali Ortiz Reyes, Mariana Hernández Carrera, Ana Isabel Trejo Hernández, Cinthia Reyes Santiago, Gladys Yssel Muñoz Rojas, aún transitan por la CFE. O nuestras queridas Chulita (Lety Saldaña, ya ausente), Cristi Osorno (también ausente) y La Mamacita (Graciela Ramírez de quien no sé nada hoy).
Regreso a la prometida transmisión. Con diversos autores identifico las fases de una modernización capaz de gestión autónoma de inyecciones y retiros en tiempo real. Y de superación inmediata, en tiempo real de las inevitables contingencias. Sí, la transmisión evolucionó, evoluciona y evolucionará. Digitalización, automatización, integración de renovables, seguridad cibernética, análisis y administración del mercado mayorista, inteligencia continua, autonomía de respuesta. Y menores costos.
Hoy bajo una nueva desiderata. Cables de nuevos materiales con alta capacidad, menores pérdidas y sensores de fibra óptica, almacenamiento e inversores para el urgente grid-forming Sí, a reforzar la red, incorporar electrónica de potencia y digitalización. Y garantizar adaptación acelerada y flexibilidad. Con nuevo marco regulatorio para una transición energética segura y confiable. De veras.