Jueves 11 de septiembre de 2025, p. 8
Con su nueva integración, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) celebró ayer su primer foro público. Fue inaugurado con una ceremonia tradicional de purificación y dedicado, por primera vez, a mujeres indígenas y afromexicanas. Se denunciaron las barreras que ellas enfrentan para acceder a la justicia, así como la discriminación y hasta amenazas de muerte por defender sus territorios y derechos.
El ministro presidente, Hugo Aguilar Ortiz, les garantizó que el máximo tribunal “será un aliado firme de quienes históricamente han sido excluidas. Este encuentro no es un acto aislado, es el inicio de un camino que recorreremos juntos, con diálogo constante, con compromisos claros y la convicción de que la justicia debe llegar a todas y a todos sin excepción”, afirmó.
El Espacio de diálogo de los saberes: Las mujeres indígenas y afromexicanas en la nueva SCJN, contó con la presencia de los ministros Yasmín Esquivel Mossa, Loretta Ortiz Ahlf e Irving Espinosa Betanzo. Las invitadas centrales fueron mujeres de distintas comunidades.
La ceremonia empezó con un rito encabezado por María de los Ángeles Carrillo Silva, autoridad tradicional del pueblo kumiai de San José de las Zorras (Baja California), quien pidió a los presentes, incluidos los ministros, ponerse de pie y formar un círculo. Encendió un ramillete de hierbas secas para sahumar a cada persona.
Después se abrió un diálogo con representantes comunitarias, durante el que Carrillo denunció amenazas de muerte: “Estamos teniendo mucho despojo de territorio ancestral, 40 por ciento está invadido. Tenemos un amparo que es el 2/31, pero allá en Ensenada, el juzgado octavo nos está dando para atrás ese amparo. Entonces, nosotros queremos ahorita apoyo (de la SCJN), ¿por qué? Porque yo ya estoy hasta teniendo amenazas de muerte por la defensa de mi territorio”.
También, entre otras mujeres, Asela García, síndica municipal de San Agustín Loxicha, Oaxaca, relató que por primera vez su sindicatura puede emitir alertas de género y órdenes de protección, pero denunció que al acudir a las autoridades se topan con barreras que las revictimizan.