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Penultimátum

Jeffrey Epstein, suicidio o asesinato

F

ue una de las personas más cercanas al depredador sexual Jeffrey Epstein, pues, durante 18 años, tuvo a su cargo todo lo relacionado con el mantenimiento de la casa del magnate en París. Discreto, fiel a su empleador, conoció muchos secretos que envuelven la vida del financiero.

Enemigo de dar entrevistas sobre la vida privada y pública de Epstein, finalmente, Valdson Vieira Cotrin dio una al diario británico The Telegraph, en la cual asegura no creer la versión oficial de que el pedófilo se suicidó en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Nueva York en 2019, mientras esperaba el juicio.

Sostiene que Epstein “amaba demasiado la vida” como para ponerle fin, y confiaba en obtener la libertad bajo fianza. Cuando dio su declaración, una encuesta mostró un drástico aumento de los estadunidenses que creen que fue asesinado: en 2019, era 39 por ciento. Ahora, 50 por ciento.

Esa variación la atribuyen algunos analistas a la forma errática con que el presidente Donald Trump se ha referido a los llamados “archivos Epstein”, en los cuales aparece repetidamente su nombre. Inicialmente, ordenó una revisión del caso y sostuvo que publicaría los nombres y las pruebas de los socios de Epstein.

Pero en julio pasado, la FBI y el Departamento de Justicia indicaron que no existía una “lista de clientes” de Epstein y que no se presentarían más cargos. Ello desencadenó una reacción muy crítica que incluyó a las bases de apoyo de Trump que exigían publicar todos los documentos, tal como se había prometido.

Ghislaine Maxwell, socia del delincuente y condenada a 20 años de prisión por tráfico sexual, declaró a las autoridades estadunidenses que no existía tal lista y que no fue testigo de ninguna conducta inapropiada del presidente Trump o del ex presidente Clinton.

Por su parte, Vieira Cotrin dijo que Epstein contrataba mujeres jóvenes para darle masajes y cortarle las uñas, “nada más”, y que “si hubiera ocurrido algo anormal, aterrador, y alguien hubiera gritado o hubiera sido abusado, habría llamado a la policía; pero no vi nada”.

No hay lista, afirman, pero sí existen innumerables fotos, videos y documentos que muestran la relación de Trump y Clinton con el depredador sexual.