Lunes 1º de septiembre de 2025, p. 12
La política de seguridad del gobierno de Felipe Calderón (2006-2012) fue “profundamente fallida, ya que generó una espiral de violencia sin precedente”, concluyó una investigación interna del Partido Acción Nacional (PAN), sobre el “ciclo de la violencia” en el país en los últimos 30 años. También se recakca que “el mayor error” del gobierno su antecesor, Vicente Fox (2000-2006), fue subestimar el problema del narcotráfico.
En el documento, que es parte de las “investigaciones específicas” de la dirigencia nacional del PAN y forman parte de su debate interno, se argumentó además que durante el gobierno del ex presidente Andrés Manuel López Obrador (2018-2024) se alcanzaron los máximos niveles en diversos delitos, pero también se aclara que fue con Calderón cuando hubo un “incremento significativo de la violencia y los homicidios”.
“El sexenio de Calderón estuvo definido por la ‘guerra contra el narcotráfico’, una estrategia basada en el uso de las Fuerzas Armadas para combatir a los cárteles. Aunque logró la captura de líderes criminales y debilitó algunas estructuras delictivas, su política de seguridad fue profundamente fallida, pues generó una espiral de violencia sin precedente”, agregaron.
Entre los “principales errores de esta estrategia”, destacaron la “militarización sin control”, ya que “el Ejército y la Marina fueron desplegados sin protocolos claros ni supervisión, lo que generó múltiples violaciones a los derechos humanos”.
Indicarón que también existió fragmentación de cárteles, debido a que la captura de capos sin una estrategia de contención “provocó la proliferación de organizaciones más pequeñas, pero aún más violentas”.
Tras ello, concluyeron que se reportó un “aumento drástico de homicidios, que casi se triplicaron durante dicho sexenio”.
Sobre el gobierno de Fox, indicaron que se caracterizó por una falta de estrategia integral y una nula capacidad de respuesta ante la creciente influencia del crimen organizado, con la creación de la Agencia Federal de Investigación (AFI) que “se vio rápidamente corrompida y perdió credibilidad”.
Respecto al periodo presidencial del priísta Enrique Peña Nieto (2012-2018), señalaron que pese al intentó de distanciarse del enfoque militarizado de Calderón, su estrategia de seguridad no representó un cambio real.
“Tampoco hubo respuesta ante el resurgimiento del crimen organizado que ocasionó que la violencia regresara con fuerza en estados como Guerrero, Michoacán y Tamaulipas, sin que el gobierno tuviera una estrategia clara para su contención”, señalaron.
Además, se mantuvo una “corrupción generalizada debido a la colusión entre gobernadores, policías y cárteles que debilitó cualquier esfuerzo de seguridad”.