Por primera vez en 50 años, un mandatario usa la “rescisión de bolsillo” para eliminar partidas aprobadas por el Congreso
Sábado 30 de agosto de 2025, p. 20
Washington. Sin pasar por el Poder Legislativo, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recortó el presupuesto de 4 mil 900 millones de dólares destinado a ayuda exterior que había sido aprobado por el Congreso.
El mandatario utilizó lo que se conoce como una “rescisión de bolsillo”, que permite a un presidente presentar una solicitud al Congreso para no gastar fondos aprobados al final del año fiscal, de modo que el Legislativo no pueda actuar sobre la petición antes de un plazo de 45 días y, como resultado, el dinero queda sin erogarse.
Es la primera vez en casi 50 años que un mandatario utiliza este recurso. El año fiscal llega a su fin a finales de septiembre.
La carta que Trump envió el jueves al presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, fue publicada ayer en la cuenta en X de la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca.
En la misiva se expone que los fondos se recortarían del Departamento de Estado y de la Agencia para el Desarrollo Internacional (Usaid), cuyo cierre oficial fue anunciado ayer por el secretario de Estado, Marco Rubio.
El funcionario escribió en X: “Usaid está oficialmente en modo de cierre (…) Russ (Vought, director de presupuesto de la Casa Blanca) está ahora al mando para supervisar el cierre de una agencia que hace mucho tiempo se descarriló”.
Si la Casa Blanca estandariza este movimiento, el presidente podría eludir al Congreso en decisiones clave de gasto y entorpecer los esfuerzos en las cámaras para mantener al gobierno financiado cuando comience el año fiscal en octubre.
El uso de la medida extraordinaria encaja en el patrón de Trump para ejercer un mayor control sobre el gobierno y erosionar el poder del Congreso, de organismos como la Reserva Federal y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, entre otros.
La Ley de Control de Embargos de 1974 otorga al presidente la autoridad para proponer la cancelación de fondos aprobados por el Congreso.
El Legislativo puede, dentro de 45 días, votar para retirar los fondos o mantenerlos, pero al proponer la rescisión tan cerca del 30 de septiembre, la Casa Blanca argumenta que el dinero no se gastará y los recursos caducarán.
La última rescisión de bolsillo fue implementada en 1977 por el entonces presidente demócrata Jimmy Carter, quien propuso la medida pero con respeto a la ley, mucho antes del plazo de 45 días.
En otro orden informativo, la Guardia Nacional desplegada en Washington para enfrentar una “emergencia criminal”, asumió labores en una “misión de embellecimiento y restauración” de la capital al recoger basura afuera de la Casa Blanca en Lafayette Square, el National Mall y Tidal Basin, informó The Independent.
En adición, Trump firmó una orden ejecutiva en la que declaró que la “arquitectura clásica” es el estilo preferido para todos los edificios federales en Washington, y exigió que se le notifique sobre todos los planes “brutalistas o deconstructivistas” que se pretendan.
Promulga gobernador nuevo mapa electoral en Texas
En tanto, el gobernador de Texas, Greg Abbott, promulgó el nuevo mapa electoral que favorecerá a los republicanos en las elecciones intermedias de 2026 para mantener una mayoría republicana en la Cámara de Representantes.
“Texas ahora es más rojo en el Congreso de Estados Unidos”, declaró Abbott.
Mientras, Trump retiró la protección del Servicio Secreto de Estados Unidos a la ex vicepresidenta y candidata demócrata Kamala Harris, indicó la Casa Blanca.
Los ex vicepresidentes gozan seis meses de protección tras dejar el cargo, pero en el caso de Harris fue ampliada hasta enero de 2026 por el entonces presidente Joe Biden.