“Está funcionando” la amenaza de Washington, señalan // Sheinbaum ya demostró que aguanta presiones
Jueves 14 de agosto de 2025, p. 4
Washington y Nueva York. La posibilidad de que el gobierno de Donald Trump lanzará acciones militares unilaterales contra cárteles del narcotráfico en México no se descarta en Washington, pero algunos expertos entrevistados esta semana coinciden en que por ahora la amenaza tiene el propósito de forzar al gobierno de México a ampliar su cooperación con Estados Unidos, lo que “está funcionado”, afirman.
La doctora Aileen Teague, profesora asistente en la Escuela Bush de la Universidad Texas A&M, quien acaba de escribir un libro sobre la historia de la cooperación bilateral entre Estados Unidos y México sobre drogas, comentó que la decisión del gobierno mexicano de enviar un segundo grupo de narcotraficantes esta semana es evidencia de que la amenaza de acción militar está funcionando. “Mientras, la Presidenta Claudia Sheinbaum debe manejar las actitudes domésticas de su país; ha demostrado que puede ser presionada sobre este tipo de cosas, justo como hizo cuando desplegó a 10 mil elementos de la Guardia Nacional en la frontera hace unos meses”.
En entrevista con La Jornada, Teague señaló que no piensa que Trump lanzará –por ahora– una acción militar unilateral contra los cárteles en territorio mexicano. “No ocurrirá algo como la invasión de 1846 o Veracruz en 1914”, dijo. “Pienso que si hay cualquier escalada de la presencia militar estadunidense será dentro de los arreglos militares prexistentes, de los cuales el liderazgo mexicano realmente prefiere no hablar porque no necesariamente quiere informar al pueblo mexicano” sobre éstos.
Pero ni Teague ni otros expertos estaban dispuestos a descartar por completo una acción militar unilateral en el país vecino. “México podría tener que aceptar operaciones estadunidenses contra cárteles”, fue el encabezado de una nota en la influyente publicación Político el lunes. Señala que “la Presidenta de México dice que ataques militares estadunidenses contra cárteles mexicanos serían una ‘invasión’, y que eso ‘no está sobre la mesa’, pero México podría no frenar a Estados Unidos si éste opta por atacar a las agrupaciones criminales”. Recuerda que la falta de permiso no impidió los ataques con drones en Medio Oriente ni la captura de los líderes del cártel de Ismael El Mayo Zambada y Joaquín Guzmán López.
Al Qaeda y el Estado Islámico no tienen ese poder de fuego
“Al gobierno de Trump no le importan las críticas. No les importa que un ataque militar no sería efectivo, no sobre las consecuencias potenciales de segundo orden, ni si el Congreso ha autorizado esto”, advierte James Bosworth, fundador de la empresa de análisis de riesgo político Hxagon, en su boletín más reciente. Agrega la advertencia de que los cárteles mexicanos podrían hacer mucho daño a las fuerzas militares estadunidenses si éstas optan por realizar operaciones en México, y que los narcos “tienen las capacidades, las armas y el personal para llevar esta lucha dentro de territorio de Estados Unidos de una manera que Al Qaeda y el Estado Islámico sólo pueden soñar”.
Daniel DePetris, analista sobre asuntos de seguridad en prioridades de defensa, indicó que una incursión castrense de Washington podría no funcionar. “Bombardear laboratorios es algo atractivo que ofrece a Estados Unidos la ilusión de progreso sin realmente lograr nada. Una acción militar hipotética en México podría demoler algunos de esos laboratorios y matar a miembros de un cártel, pero los incentivos financieros y de ganancias son tan altos que el negocio probablemente continuaría a pesar de todo. Vimos cómo evolucionó esto en Colombia en los 90, donde la caída del cártel de Medellín simplemente permitió que el del Golfo se empoderara. El ambiente en México hoy día es aún más complicado”, comentó en entrevista con La Jornada.
Pocos presidentes estadunidenses parecen aprender de la historia, señala Teague. “Es muy importante observar la larga historia del uso de fuerza militar contra los cárteles de droga y organización de narcotráfico en México, porque la historia no dice que esto haya ocurrido muchas veces”. Señaló que en 1969, el presidente Richard Nixon frenó cruces fronterizos de mercancía hasta que México aceptó colaborar más en la lucha contra las drogas, aunque el entonces canciller, Antonio Carrillo Flores, declaró a Excélsior que el gobierno mexicano había incrementado su lucha antinarcóticos no por algún compromiso con los estadunidenses, sino más bien “con el pueblo mexicano y el interés de México”.
Teague, cuyo libro The United States, Mexico and the Origins of the Modern Drug War, 1969-2000, sobre la historia moderna de la cooperación bilateral, se publicará próximamente, dice que los formuladores de la política siguen sin aprender las lecciones del pasado. “Estados Unidos insta a sus socios mexicanos a aplicar la fuerza militar, y tiene consecuencias no intencionales que han incrementado la violencia y la inestabilidad en México, y en algunos casos han contribuido al incremento del poder de algunas de estas organización de narcotráfico”, apuntó. “Creo que uno podría argumentar que militarizar la guerra contra las drogas la hace peor y realmente promueve la economía ilícita”, advierte.
“La fuerza militar no es una herramienta efectiva contra los cárteles”, considera Teague, quien es una veterana de los marines. “Mejorar la seguridad pública es importante, pero tiene que ser acompañada de un enfoque sobre el desarrollo”, subrayó.
Interrogada una vez más sobre qué tanto tomar en serio la amenaza de una acción militar unilateral, repite: “espero que sea retórica, pero uno nunca sabe”.