Jueves 14 de agosto de 2025, p. 21
La embajadora de Palestina en México, Nadya Rasheed, sostuvo: “no nos rendiremos”, aun cuando Gaza sigue bajo “la permanente oscuridad de las bombas” y donde “familias enteras han sido borradas por el genocidio del Estado de Israel”.
Durante la instalación del grupo de Amistad México-Palestina de la Cámara de Diputados, la diplomática señaló: “Ante nuestros ojos no hay justificación posible. La estrategia, ahora más explícita que nunca antes, de usar la hambruna como arma de guerra, es ya la comprobación contundente de que nosotros los palestinos tenemos que dejar de existir como solución final”.
En el salón de protocolo del recinto legislativo, resaltó la integración de esa instancia como otra de las “iniciativas valientes, de esfuerzos conjuntos para que se respete, sobre todo en este momento de vital urgencia, la soberanía de Palestina” y reconoció la solidaridad y la posición diplomática de México en favor del Estado palestino.
“Shukran (gracias) desde ese cielo donde la luz del sol, las estrellas y el sentido común están ocupados por la permanente oscuridad de las bombas. Shukran desde mi tierra que, pese a las constantes imposiciones de muerte y extorsiones cada vez más caprichosas, mantienen por encima de las matanzas en masa, la historia y el aliento de su hogar.”
Sostuvo que el eco global en favor de Gaza “resuena tanto en los que claman por un inmediato final del extermino y están en contra de la total desaparición de nuestra tierra madre, como aquellos que, aferrados a ideales supremacistas, son y quieren ser incapaces de ver un mundo integrado”.
Además, reprochó que desde hace más de 21 meses “este genocidio cometido por el Estado de Israel ha cobrado miles de vidas de civiles, la mayoría de mujeres y niños”.
Manifestó que, “para el sionismo, la hambruna es meta y motivo de risa y celebración: en los medios de comunicación israelíes, altos funcionarios de su Estado tienen la osadía de burlarse abiertamente de civiles de todas las ciudades que están con la carne pegada a los huesos.
“Y todo esto sucede mientras no se detiene la destrucción de toda nuestra infraestructura, hospitales, escuelas, iglesias, mezquitas, casas, caminos y con acostumbrada precisión se obstaculiza toda entrada a la ayuda humanitaria.”
Añadió que para Israel “todo lo que sea en pro de la humanidad debe ser aniquilado con feroz urgencia en su narrativa: el hombre, sus letras, su legado, sus testimonios, todo. Desde el punto de vista de los gobernantes del Estado de Israel, debe ser borrado”. Así ocurrió, dijo, con el ataque a la cafetería Albahaca, punto reunión de periodistas.