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Negocios y empresas

Telecomunicaciones

U

na de las grandes dudas en materia de participación del Estado en la economía es la conveniencia de que una entidad pública produzca y distribuya un bien o servicio que puede ofrecer el sector privado.

En el caso de las telecomunicaciones, en 1990 se privatizó Teléfonos de México (Telmex), que desde entonces ha estado en manos del empresario Carlos Slim Helú. Por un lado, la venta realizada durante el sexenio de Carlos Salinas de Gortari convirtió a Carlos Slim en el hombre más rico de México y, en algún momento, en el más rico del mundo y, por otro lado, permitió el desarrollo del sector sin que el gobierno tuviera que invertir recursos públicos en este servicio.

Durante algunos años Slim manejó las telecomunicaciones en forma monopólica y después se abrió el sector a la competencia nacional e internacional. Este proceso de apertura ya lleva dos décadas, y a pesar de los esfuerzos realizados por empresas locales y extranjeras por ganar participación, Telmex (ahora Telcel, subsidiaria de AMX) mantiene el control de 60 por ciento del mercado local. Además, se ha convertido en una empresa global con presencia en varias naciones de América y de otros continentes.

La presión de la competencia ha obligado al grupo de Slim a mantener sus precios por abajo del aumento generalizado de precios al consumidor, lo cual se ha traducido en un freno a la inflación y a la participación de otros proveedores. Por esta razón y por regulaciones poco adecuadas a la competencia, las empresas extranjeras no han logrado incrementar sustancialmente su participación en México y ahora se dice que tanto ATT como Telefónica (las empresas más grandes después de Telcel) quieren retirarse del país.

De acuerdo con la información difundida, ATT quiere vender su negocio en México, pero los precios que se han manejado son irrisorios, ya que ha invertido más de 10 mil millones de dólares y se dice que pretende vender en 2 mil millones. Por el lado de Telefónica, no se mencionan precios de venta, pero se habla de negociaciones con Virgin Mobile.

Lo cierto es que la competencia extranjera en materia de telecomunicaciones no le ha hecho mella a Carlos Slim y el mercado nacional se mantiene bajo el control de su grupo empresarial.