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Salud: anhelando un sistema único
E

n el contexto de una rectoría que coordina instituciones y actores para que colaboren de manera articulada (iniciativa que reforma la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal, de la presidenta Sheinbaum (1/11/24)), es decir, no de una rectoría que conduzca la política nacional de salud para la presidenta, el objetivo es que en 2030 todos los mexicanos estén afiliados al Servicio Nacional de Salud Pública (SNSP) –de manera gratuita, de calidad y con profesionistas que ganen de manera adecuada con participación del IMSS/Issste/IMSS-Bienestar– y se reduzca la prevalencia de enfermedades como hipertensión y diabetes (Anuncia construcción de hospital Guadalupe, Zacatecas, 10/11/24).

Aunque siempre será indispensable fortalecer la infraestructura, sigue sin apreciarse aún la voluntad de diseñar una estrategia real de atención primaria que se anticipe y establezca la ausencia de enfermedad, privilegiando todavía acciones curativo-asistenciales de impacto electoral. Tampoco se vislumbra un proyecto para entrar al cuarto de máquinas responsable de la producción del servicio y así mejorar de raíz la prestación del servicio.

¿Hacia dónde vamos?, preguntó Sheinbaum: hacia un solo sistema donde los mexicanos no tengan que ver adónde están afiliados y con acceso a cualquier unidad médica IMSS/Issste/IMSS-Bienestar. Hacia allá vamos, mientras tanto, seguiremos fortaleciendo las instituciones y su coordinación.

Propósito muy loable, sin duda, pero que requiere resolver el delicado, y muy caro, asunto de quienes cotizan (derechohabiencia) y quienes se beneficiarán de la gratuidad en las mismas instalaciones. Suena muy bien, pero faltan todos los cómos. Así que, mientras tanto, efectivamente, tal vez todo el sexenio operará la coordinación que establece la mencionada iniciativa, priorizando acciones curativo-asistenciales de impacto electoral, identificando equívocamente con prevención operar sobre los daños para reducir la prevalencia de hipertensión y diabetes y en el marco de un presupuesto sectorial 2025 muy castigado.

La gran ventaja es que, para lograrlo, Sheinbaum reconoce que es necesario que el personal de salud gane salarios justos y se garanticen sus derechos laborales.

Para ese objetivo (en la conferencia matutina del 5/11/24) el subsecretario Clark adelantó cinco puntos estratégicos del Programa de Salud 2024-30 (véase Gustavo Leal, La Jornada), señalando en el punto cinco que se modernizará el Sistema Nacional de Salud Pública trayéndolo al siglo XXI, reduciendo los desiertos de atención, sirviéndose del expediente médico electrónico universal.

Inmediatamente, Zoe Robledo, director general del IMSS, estableció en la misma conferencia las acciones IMSS para traerlo al siglo XXI, enfatizando que el instituto dispone hoy de 53.7 millones de expedientes electrónicos de la misma cantidad de derechohabientes. Esto nos ubica, declaró, como el segundo expediente más grande del mundo. En el registro se cuenta con 722 millones de notas médicas, 796 millones de recetas, mil 186 millones de estudios de laboratorio, 2.6 millones de ingresos hospitalarios, 7.8 millones de ingresos a urgencias y 68.9 millones de incapacidades. ¡Caray! Es claro que la muy robusta numeralia de Robledo confunde completamente un expediente administrativo con lo que es estrictamente un expediente médico electrónico universal. Como responsable del proyecto, habrá que aguardar las decisiones que tome en la materia el subsecretario Clark.

Por su parte, también en esa conferencia, la contribución del IMSS-Bienestar para traerlo al siglo XXI, según su director, Alejandro Svarch, es por lo pronto, el programa de contratación Médicas/Médicos del Bienestar con remuneraciones de 50 a 55 mil pesos mensuales, contratos de base federal por dos años, apoyos en transporte, hospedaje y alimentación, así como la posibilidad de una maestría sin costo en su especialidad, para de esta suerte consolidar la red de servicios públicos de salud más grande del mundo, además de los equipos multidisciplinarios conocidos como Equipos Clínico-Quirúrgicos del Bienestar en 282 hospitales de zonas rurales.

Y no se diga menos de Martí Batres, ex jefe de Gobierno de la CDMX, ahora titular del Issste, cuyo aporte para traerlo al siglo XXI consiste en homologar sus salarios con los del IMSS, donde son más altos, durante el sexenio de manera gradual y paulatina, además de fortalecer los vínculos con el IMSS-Bienestar.

Como se aprecia, se anhela un sistema único fortaleciendo la cooperación institucional con muchas propuestas, aún sin líneas precisas de concreción.

* UAM-X