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Grandes equipos apoyan a infantino

El Mundial de Clubes o cómo Trump invadió el futbol

En la FIFA algunos se horrorizaron por el espectáculo del mandatario de EU

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▲ El presidente de Estados Unidos (junto a Gianni Infantino) se colocó al centro de la cancha, lo que no hace en el Supertazón de la NFL.Foto Xinhua
The Independent
Periódico La Jornada
Martes 15 de julio de 2025, p. a10

Donald Trump presumió tener el trofeo original del Mundial de Clubes en la Casa Blanca, un día después de que se plantó en el centro del campo donde festejaban los campeones del club inglés Chelsea. No hizo caso a las invitaciones para que se retirara y permitir que los ganadores celebraran como dicta el canon. Si el monarca de este torneo quiere un póster gigante de su ceremonia del triunfo para engalanar Stamford Bridge, el presidente estadunidense será el protagonista. Y llamó más la atención que Gianni Infantino, titular de la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA), organizador de este certamen, lo dejó hacer lo que quiso.

Incluso lo que contó el propio Trump como una ocurrencia dejó ver más clara la influencia que tiene sobre el presidente de la FIFA.

“Me dijeron: ‘¿podrías guardar este trofeo un tiempo?’ Y lo pusimos en el despacho oval”, contó Trump. “Y entonces dije: ‘¿Cuándo van a recogerlo?’ Me respondieron: ‘no vamos a recogerlo. Puedes dejarlo para siempre en el despacho oval. Haremos uno nuevo’.”

Y de hecho hicieron uno nuevo. Eso fue muy interesante. Ahora mismo está en el despacho oval, añadió.

Es por eso que numerosas fuentes destacadas del futbol hablan de la Trumpificación total de Infantino y la FIFA, tanto en su visión como en sus acciones. Hay un descaro en todo, mientras se dejan de lado las viejas normas y estándares. Trump ni siquiera se coloca en el centro de la cancha durante el Supertazón de la NFL, el mayor evento deportivo en Estados Unidos.

Lo serio de todo esto es que algunas fuentes aseguran que las ambiciones de Infantino no tienen límites. The Independent tiene información de que ya están en marcha las negociaciones para un torneo bianual de 48 equipos.

Fundamentalmente, Infantino también ha comprobado que, con el apoyo financiero de Arabia Saudita y el respaldo político de Trump, la FIFA puede, en esencia, hacer lo que quiera en el futbol. La resistencia es mínima.

Muchas personas, empresasy estados poderosos ahora invierten en todo esto. Los grandes clubes es-tán de su lado, algo que debería preocupar mucho a la UEFA y a las federaciones nacionales como la Asociación Inglesa de Futbol (FAI, por sus sigas en inglés). Se trata de una posible superliga dirigida por la máxima autoridad del deporte.

Y mientras algunos en el Comité Ejecutivo de la FIFA estaban horrorizados por el espectáculo de Trump, los leales a Infantino lo adoraban.

Profunda transformación

Esta representación inédita fue para muchos el momento simbólico donde inició una profunda transformación del futbol. Ahora resulta lógico preguntarse: ¿qué hará Infantino a continuación?

La historia del domingo sobre la convocatoria de la FIFA a una reunión de sindicatos de jugadores sin invitar al gremio más grande del deporte, FifPro, fue más notoria porque muestra cómo la FIFA de Infantino aborda ahora la gobernanza.

Es muy similar a Trump. Simplemente actúa, sin tomar en cuenta las consideraciones de los principales interesados.

El Mundial de Clubes se implementó exactamente de la misma manera, lo que ha provocado una demanda de FifPro. Política clásica de la posverdad, como dijo una fuente.

Incluso el desacreditado predecesor de Infantino, Joseph Blatter, comentó este fin de semana sobre esta nueva era del futbol bajo la influencia saudita en el futbol actual.

Hemos perdido el futbol ante Arabia Saudita, declaró el ex dirigente de 89 años a la cadena alemana NTV; se lo ofrecimos y lo aceptaron. Sorprendentemente, no hay oposición dentro de la FIFA.

La breve presencia de Blatter plantea otro punto clave que conviene recordar. El declive de su era en 2015 marcó el momento de una verdadera transformación en el futbol, con el propio Infantino elegido por ser percibido como un candidato reformista.

Uno de los factores cruciales que permitió a Infantino seguir su propio camino fue que la estructura de la FIFA no cambió. Seguía basándose en el mismo modelo clientelista, con la mayoría de los votantes –las federaciones nacionales– dependiendo de la distribución del dinero. Eso explica por qué hay tan poca oposición a su reinado ahora.

Se supone que la FIFA es el máximo regulador del futbol mundial. Sin embargo, actualmente parece ser su principal disruptor. Podría decirse que esto hizo que la presencia de Trump fuera aún más oportuna.