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La democracia va madurando
L

a democracia se ha convertido desde la guerra fría en moneda de cambio. Siempre al frente como contexto, como pretexto y como bandera única en las batallas que ha tenido que inventar el capitalismo salvaje, el neoliberalismo remodelado y la nueva era de guerras basadas en la peor razón falsa: la defensa de la libertad y de la propia democracia.

El concepto que los atenienses inventaron se ha convertido a lo largo del tiempo, de idea revolucionaria, pulida con la intervención de varios pensadores como Solón, Clístenes y Pericles, entre muchos otros, a instrumento seudo político utilizado por grupos con metas de poder incuestionable. La ateniense era un tipo de democracia incompleta, donde se excluía a los esclavos, a las mujeres y a extranjeros.

El derecho a seleccionar a quien nos representará como gobierno, prácticamente, es universal. No obstante, para que la democracia sea una verdadera opción libre y consciente, todavía falta un trecho.

José Saramago, el escritor portugués, premio Nobel, plantea en la entrevista La revolución democrática según José Saramago ( La Jornada, 6 /7/25) una interesante reflexión sobre la democracia.

En ningún país se ejerce la democracia sin que surjan problemas alrededor de su práctica. En México lo hemos comprobado. En cada periodo electoral, a lo largo de su existencia como país libre, independiente y soberano, han surgido conflictos por la corrupción que emerge en torno al cambio de poder.

Saramago consideró varios problemas al respecto: el voto simulado, el anulado, el condicionado, el voto en blanco, la abstención y las alternativas para analizar el fondo de las alteraciones y la posible solución a todos ellos, especialmente, en cuanto al voto en blanco.

Plantea que, es simplemente falso que el voto en blanco no tenga un valor esencial y que, en general, éste sea capaz de deslegitimar a través del voto la aberración de una política dependiente y dominada por los potentados económicos.

El escritor analiza en su novela Ensayo sobre la lucidez la diferencia entre el voto blanco y la abstención y plantea que ambas tienen un peso social específico Creo que nunca se le ha dado la suficiente importancia a la diferencia entre la abstención y el descontento del votante expresado a través de una papeleta en blanco. Sin embargo, es una diferencia radical.

Como lo expresa el autor de Todos los Nombres y La Caverna, entre otros, cada quien tiene la posibilidad de ejercer el derecho al voto, sin embargo, no se considera como contexto histórico, el derecho negado a amplios sectores de la población mundial que ni siquiera saben que existe la posibilidad de escoger a quiénes nos defenderán ante las injusticias.

Así, reclamando la posibilidad de elegir un nuevo, o un destino igual, han surgido guerras cruentas, persecuciones, encarcelamientos, desapariciones forzadas y una gran lista de ilícitos en contra de la gente que sí considera su voto como una poderosa arma.

Saramago continúa su reflexión diciendo que, aunque con la propuesta de tomar en cuenta el voto en blanco, su señalamiento no es nada nuevo. Tampoco insiste en influir en las decisiones del electorado. Todos sabemos que tenemos a disposición la posibilidad de votar, que si bien expresa nuestro compromiso cívico y responsable, porque implica que acudamos a las urnas, al mismo tiempo es un señalamiento de reclamo, aunque dicho reclamo no se ha dejado sentir como debiera. Los fraudes aún existen. Si alguna vez surgiera la hipótesis de una revolución democrática, para mí, ésta correspondería al uso del voto en blanco.

Con relación a la posibilidad de una revolución democrática, en efecto, ésta tendría que estar directamente relacionada con el libre ejercicio del voto, como quiera que éste se manifieste, siempre dentro de las reglas electorales y, sobre todo, si el respeto al voto quedara ampliamente considerado con el conteo de los votos en blanco. Por lo pronto, esto sería un gran avance cívico.

El ejercicio de la democracia cada vez es más universal y positivo, no obstante, continúan los esfuerzos de las corrientes de derecha y ultraderecha, y las manipulaciones de las oligarquías por devaluarlo y mantenerlo a su favor.

Lo que conocemos por ahora como democracia, seguirá reforzando –todavía– los valores humanos como lo son el derecho a vivir en libertad, con dignidad y con la posibilidad de luchar por salvaguardar nuestro entorno.

Ensayo sobre la Lucidez, es un gran aporte del gran escritor portugués para el desarrollo de lo que conocemos hasta ahora como democracia.

Para Ximena Guzmán Cuevas y José Muñoz Vega, la justicia llegará.

(Colaboró Ruxi Mendieta)