caba de llevarse a cabo la 17 Cumbre de los BRICS en Río de Janeiro bajo la presidencia de Brasil. Contó con la presencia de sus actuales 11 miembros (incluyendo a los cinco fundadores: Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica). Desde enero de 2025 Brasil enfatizó que su presidencia abarcaría particularmente temas internacionales (comercio, inversión, desarrollo, financiamiento ante el cambio climático y salud pública en el Sur Global), así como la mejoría de la propia institucionalidad del BRICS. Son significativos tanto los temas priorizados por Brasil como su constructiva relación con los miembros del grupo, incluyendo las recientes visitas de Lula en mayo de 2025 a Moscú y Pekín.
Con los nuevos miembros, el grupo BRICS representa alrededor de 40 por ciento del PIB mundial y 48.5 por ciento de la población; se trata sin lugar a dudas de una agrupación sustantiva del Sur Global ante los profundos cambios de la actual Pax Americana.
La declaración de la 17 Cumbre del 6 de julio es significativa desde varias perspectivas. No sólo destaca la importancia del multilateralismo y de una reforma de la gobernanza global (en la discusión en torno al cambio del sistema global desde 1944), sino que también busca fortalecer los principios y la institución de Naciones Unidas –incluyendo explícitamente al Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, desde el Sur Global–; las medidas unilaterales recientes (sin mencionar a Estados Unidos) son explícitamente condenadas como ilegales
, también ante sus efectos en la salud y la alimentación de la población más vulnerable y pobre. En sus 125 puntos, la declaración busca llamar a la paz y estabilidad global y enfatiza su preocupación por los conflictos internacionales (sin hacer referencia a la guerra de Rusia en Ucrania, sí explícitamente al ataque militar a Irán en junio, así como a los ataques continuos de Israel contra Gaza
). Varios apartados examinan a la inteligencia artificial (AI) y a las tecnologías de la información y comunicación (TIC) en aras de que efectivamente reduzcan las desigualdades con y en el Sur Global. Buena parte de la declaración se concentra en la cooperación en el Sur Global y con el resto de los países en torno al cambio climático y el financiamiento para concretar medidas, aunque sin compromisos específicos ante estos desafíos.
La respuesta de Trump no se hizo esperar: la imposición de un arancel adicional de 10 por ciento ante sus posturas antiestadunidenses. Habrá que seguir de cerca si estas amenazas se concretan, particularmente respecto a China y los acuerdos bilaterales que Estados Unidos y China apenas habían logrado en junio en Londres.
¿Qué implicaciones tienen estas coyunturas para México? Ya hace más de 15 años que escribía Alejandro Nadal en La Jornada (31/1/2007) que BRICS se escribe sin M
. Después de meses de incertidumbre en cuanto a la invitación de Lula para que México participe en la cumbre de los BRICS de 2025, el canciller Juan Ramón de la Fuente representó a México en Río. De fondo, sin embargo, la agenda internacional de México pareciera acumular una serie de falta de decisiones estratégicas ‘respecto a China, América Latina y el Caribe, por ejemplo en el Foro Celac (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños)-China y, ahora, el grupo BRICS. Esta falta de agenda estratégica no es nueva (ver el análisis de Alejandro Nadal de 2007), aunque la acumulación de falta de decisiones estratégicas en la última década y en 2025 seguramente tendrá costos significativos para México.
No está en cuestión que Estados Unidos es el principal referente internacional en ámbitos como la cultura, migración, comercio, inversiones y muchos otros. La discusión radica en la importancia de diversificar sus relaciones internacionales y mercados desde una perspectiva estratégica, también en aras de no estar a la merced de las erráticas decisiones de Estados Unidos a partir del 20/1/2025. Sin cuestionar los significativos esfuerzos del Ejecutivo en sus complejísimas negociaciones con Estados Unidos, ¿no será fundamental enviar señales inequívocas de México hacia América Latina y el Caribe respecto a China y a agrupaciones como el BRICS? La representación de México en la Cumbre de BRICS y en el Foro Celac-China en Pekín seguramente son señales, formales correctas, ¿pero son suficientes ante los tectónicos cambios del sistema global en el último lustro?
Este posicionamiento internacional de México requiere de decisiones estratégicas a corto, mediano y largo plazos, considerando las constantes y erráticas amenazas de Trump hacia múltiples países, incluyendo a México. El Poder Legislativo, particularmente el Senado, así como los partidos políticos y los organismos empresariales, con el apoyo de la academia, debieran iniciar cuanto antes una discusión pública al respecto. México no debiera aplazar más estas decisiones ante los inciertos escenarios globales. ¿Será?
* Profesor del Posgrado en Economía y coordinador del Centro de Estudios China-México de la UNAM