gentrificación selectivaen detrimento de residentes tradicionales: especialista de la UNAM
Miércoles 9 de julio de 2025, p. 27
En la Ciudad de México existe una gentrificación selectiva
en corredores de Insurgentes, Reforma, Roma y Condesa, por lo que el año pasado alquilar un departamento se encareció 17.55 por ciento, creando presión sobre residentes tradicionales, alertó Lorena Margarita Umaña Reyes, especialista en sociología urbana del Centro de Estudios Sociológicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Esta modificación urbana en ciertas colonias ha ocasionado el aumento de hasta 94 por ciento en las rentas de algunas zonas de la capital, transformando dramáticamente barrios enteros y su composición social, lo cual también genera expulsión.
La académica señaló que la gentrificación, en cierta medida ha propiciado movimientos sociales como una herramienta de denuncia y resistencia ante procesos de despojo que se disfrazan bajo conceptos de recuperación, revitalización y regeneración urbana
.
Durante una ponencia que ofreció sobre Movilidad social y gentrificación, comentó que las colonias Roma y Condesa se caracterizan por la llegada de nómadas digitales, por lo que en los dos años recientes, en ambas zonas ha habido una proliferación de plataformas que alquilan viviendas y las han transformado en un negocio turístico.
Observamos un modelo impulsado por capitales trasnacionales que han posibilitado que inversionistas nacionales e internacionales compren participaciones en desarrollos inmobiliarios por medio de la bolsa, y con ello convierten la vivienda y el suelo urbano en productos financieros especulativos
, explicó.
Lo anterior está ocasionando la sustitución de los comercios barriales tradicionales como las fondas por restaurantes gourmet y espacios de coworking, así como aumentos de hasta 118 por ciento en el costo de rentas, lo cual ha vuelto inviable económicamente la permanencia de habitantes de menores ingresos.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía indican que la Ciudad de México ha perdido 248 mil personas que han emigrado a la periferia, debido a la presión inmobiliaria, de las cuales 42 por ciento se establecieron en el estado de México.
No obstante, la académica de la UNAM concluyó que las dinámicas urbanas contemporáneas generan consecuencias deseadas y no deseadas, beneficios y exclusiones, oportunidades de movilidad social para algunos sectores y procesos de expulsión para otros.
La gentrificación, dijo, ha generado oportunidades laborales, mejoramiento de servicios urbanos y actualización de infraestructura, pero el problema surge cuando estos procesos de modernización ocasionan la expulsión sistemática de poblaciones históricas, por lo que el Estado tendría la obligación de regular el mercado de alquiler y garantizar vivienda asequible.