La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), que para muchas víctimas de la violencia es un pilar en su lucha, cumplió más de dos años sin tener un representante titular, tras la jubilación de Guillermo Fernández-Maldonado, el 30 de abril de 2023.

En este tiempo quien ha estado al frente como oficial a cargo es el representante adjunto, Jesús Peña Palacios, que aunque no se ha hecho el anuncio oficial, ya concluyó su mandato, tras 13 años de trabajo.

Organizaciones civiles y colectivos de familias de personas desaparecidas reconocieron el esfuerzo y gran trabajo de Peña Palacios, pero lamentaron que el Alto Comisionado en Ginebra, Volker Türk, no haya priorizado la designación de un titular, pues en julio de 2023, la Misión de México ante los Organismos Internacionales en Ginebra dio a conocer que Marlene Alejos, en ese entonces representante regional para América Central, había sido designada por el Alto Comisionado en Ginebra. Sin embargo, tras una emergencia de salud, se jubiló a finales del año pasado.

A principios de abril de 2025, trascendió en Honduras que Isabel Albaladejo, ex representante de la ONU-DH en ese país, sería quien llegaría a México. No obstante, en medios se informó que fue acusada de haber intentado sacar con papeles falsos a su hijo de Colombia, donde vivía con su padre.

La Jornada consultó a la Oficina del Alto Comisionado en Ginebra sobre este caso, la cual ni rechazó ni confirmó la designación de Albaladejo. Santiago Aguirre, director del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, lamentó la falta de titular para México, ya que reconoció que las cosas son más difíciles para el equipo en terreno.

Monitoreo internacional

Una de las consecuencias de esto, dijo, es que algunos aspectos han quedado sueltos en su seguimiento, por ejemplo, la suscripción que en su momento propició la entonces alta comisionada Michelle Bachelet del convenio para monitorear a la Guardia Nacional y la militarización. Ante ello, enfatizó que es relevante que se nombre a una persona intachable para hacer un trabajo en un contexto complejo, donde se ha cuestionado incluso la pertinencia del monitoreo internacional en derechos humanos.