s difícil explicar una historia de amor y desamor tan complicada como lo ha sido el devenir de un Estado ilegal como lo es la invención de un país en territorio ajeno. Los conflictos no podían resolverse sobre la base de una acción ilegal. Quisieron darle un carácter de derecho humano a una ostensible invasión. El sionismo invadió Palestina y creó lo que sería una base de operaciones permanentemente bélicas contra el mundo de Oriente Medio.
Sin embargo, ya es muy claro que Israel es la versión asiática de Estados Unidos. Eso es lo que ha estado esperando el país de Donald Trump. Ayer se reveló la verdadera intención del republicano: mostrar su poderío militar a todo el mundo.
Lo increíble es que el Congreso de Estados Unidos ha sido rebasado por el violador de su propia constitución política, el presidente de este país no tiene nada de pacifista. Ya lo demostró desde siempre y lo confirmó hace unas cuantas horas.
No existe ningún pretexto para atacar a Irán. La mentira prevalece, la fabricación de armas nucleares por parte de Irán es una falacia utilizada como una fórmula para acusar y tener pretexto para cercar, invadir y someter a cualquier país.
Hoy es Irán, por cierto, hace algunos años fue apoyado por el propio Israel, que le envió equipo y material bélico, además de asesorar militarmente a su ejército cuando surgió el conflicto con Irak. Es así como actúan los gobiernos de Estados Unidos cuando se deciden a hostigar a los países poseedores de uranio para, según ellos, evitar la fabricación de bombas atómicas.
En cuanto a la situación actual, el objetivo es dañar las instalaciones nucleares de Irán y, asimismo, destruir su programa de desarrollo nuclear. Como ya dijimos, éste es el principal objetivo de los empresarios fabricantes de armamento bélico y su vocero el presidente Trump.
Pero no será fácil para Estados Unidos seguir interviniendo en esta guerra inventada. La República Islámica de Irán ha logrado formar redes de países aliados. Hasta cierto punto, ha funcionado, dicho eje de la resistencia se ha formado con la finalidad de oponerse a los intereses estadunidenses e israelíes en la zona.
Y ¿cuáles son estos intereses estadunidenses e israelíes? Desde nuestro punto de vista son los de siempre: usurpar, invadir, instalar bases militares para controlar la zona y robar los recursos naturales de la región asediada o país objetivo.
Es por eso que, desde hace años, la idea de Irán, específicamente, es mantener una fuerte resistencia que enfrente la política guerrerista de Estados Unidos contra los países de Oriente Medio. Ya que, si en algún momento cualquier gobierno republicano o demócrata manifiesta simpatía con algún país árabe, no habrá duda de que más adelante le declare la guerra por cualquier pretexto.
Por lo pronto, con el apoyo del republicano, Israel ha manifestado que su principal enemigo, en este momento, además de todo el pueblo árabe palestino, es Irán. De hecho, lo considera un enemigo potencialmente mortal para el pueblo israelí.
Recordemos que el gobierno islámico de Teherán ha proporcionado apoyo para la defensa del pueblo palestino. A ese apoyo legítimo, los gobiernos israelíes desde que se fundó, le ha caracterizado como soporte para formar grupos terroristas que agreden al Estado sionista.
En su momento, la acusación contra Irán se centró en la caracterización que los gobiernos estadunidense, sionistas y otros más de Europa y América hicieron del Estado islámico. Según la crítica internacional, Irán está formado por gobernantes déspotas, atrasados, fundamentalistas y violadores de los derechos humanos de su propio pueblo.
La resistencia popular en contra del gobierno islámico es un movimiento revolucionario local al que el pueblo iraní ha tenido que enfrentarse por su propia decisión. En todo caso, es un conflicto interno, al que no tienen ningún derecho de intervenir ni Estados Unidos ni el gobierno sionista israelí.
En todo caso, repetimos, es un conflicto interno que el pueblo y gobierno iraníes tendrán que resolver.
Hace años, algunos funcionarios de inteligencia estadunidenses determinaron que uno de los objetivos principales de los ayatollahs en turno es la destrucción de Estados Unidos y su principal aliado, Israel. Declaración que ha sido rechazada constantemente por Irán.
La permanente acusación de Estados Unidos es que, con fines terroristas, Irán ha sido el principal proveedor de armamento para acabar con los asentamientos legales israelíes. Sin embargo, los gobiernos estadunidenses han sido los principales patrocinadores militares a un amplio número de grupos terroristas en África, Asia y América Latina. Y, por supuesto, ha sido el principal abastecedor de armamento a Israel para atacar a la población civil.
Estados Unidos e Israel no tienen ninguna justificación, tampoco el derecho de arriesgar a la Humanidad a severas consecuencias ocasionadas por guerras ilegales, totalmente absurdas.
Para Ximena Guzmán Cuevas y José Muñoz, la justicia llegará
Colaboró Ruxi Mendieta