Residentes de la zona de Nonoalco Tlatelolco apremiaron al Gobierno de la Ciudad de México a plantear una estrategia para retirar a las personas en situación de calle que pernoctan en las inmediaciones de las tres secciones de la unidad habitacional y bajo el puente vehicular de la avenida Ricardo Flores Magón, entre el Eje 1 Poniente en su tramo Guerrero e Insurgentes Norte.

En un recorrido por la primera sección de la unidad habitacional, los vecinos entrevistados advirtieron que en el transcurso de la semana bloquearán el tránsito vehicular en una de las avenidas para protestar por la inseguridad.

Aseguraron que los cristalazos son todos los días sobre Flores Magón, además del asalto a un vecino que fue atacado con arma blanca para despojarlo de su bicicleta.

El 8 de mayo una representación vecinal entregó en la oficialía de partes, en el edificio de gobierno, una carta a la titular del Ejecutivo local, Clara Brugada Molina, en la que hacen de su conocimiento la situación que enfrentan; sin embargo, hasta el momento no han tenido respuesta.

Nos hemos visto gravemente afectados por el incremento de la inseguridad y nos hemos convertido en blanco fácil de la delincuencia, señalan en la misiva en la que alertan que las mujeres viven con miedo a ser lastimadas, ya que tienen que pasar por ahí todos los días para ir a sus trabajos y escuelas.

Mencionaron que propondrán a las autoridades que conviertan en albergue para personas en situación de calle las instalaciones de la Escuela Libre de Homeopatía en Tepito, en Peralvillo 75.

Debajo del puente vehicular –a la altura del Teatro Ferrocarrilero y a unos metros del jardín en el que el pasado 8 de marzo fue hallado el cuerpo de una mujer que al parecer sería enterrado allí–, se observó a un grupo de hombres con sus pertenencias que desde hace varios meses convirtieron ese lugar en su morada.

A decir de los vecinos consultados, en las recientes semanas se han presentado varias situaciones con ellos, como la agresión a golpes contra un residente por parte de una persona en situación de calle, mientras otro hombre en indigencia caminaba con un machete en la mano con el que amedrentaba a las mascotas de los habitantes de ese rumbo.

Comentaron que es importante la intervención del gobierno local porque se ha detectado que en ocasiones el lugar de pernocta en el puente se convierte en punto de venta y consumo de estupefacientes, además de que utilizan las jardineras de la unidad habitacional para hacer sus necesidades fisiológicas.

Señalaron que hace 10 días se organizaron para pedir a los indigentes que se retiraran, pero sólo accedieron unos momentos, y aunque no tienen pruebas, tampoco descartaron que las personas en situación de calle sean los responsables del robo del cableado de las lámparas colocadas recientemente, así como de los barandales de la unidad habitacional, letras de nombres y flechas de hierro que tenían los edificios para venderlas en un local de fierro viejo en la colonia Guerrero.